Este curso

Las visitas sabatinas a la residencia cada vez son más difíciles. Maruja pierde más la cabeza por momentos. Hoy estaba hablando sola en voz alta, llamando a unos ladrones. Nos explicó que allí tienen unos papelitos que valen millones, que ayer le quitaron dos, y que quiere dejármelos a mí en vez de a sus sobrinos. Además afirmaba, por mucho que entre risas mi madre y yo le dijésemos que no era así, que había nacido en 1983 y tiene cuarenta años. A su propia familia casi ni les menciona, será que aprende a ignorarles tal y como hacen ellos. En fin, salimos de allí muy tristes. Mi madre dice que debemos plantearnos reducir las visitas, que lo pasamos mal, y ella más ahora, ya que a mi tío le acaban de diagnosticar principio de demencia senil. Yo sé que somos su aliciente, y debemos esforzarnos por permanecer ahí.

Este año los chavales están más centrados que el curso pasado. Quizás sea que ya me conocen y ven que no me he ido. Además, tres problemáticos de los que te revientan una clase, entre ellos el que me amenazó, no están. El que me amenazó está esperando plaza en un Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y no está viniendo. También está esperando un hijo. Si los alumnos están más centrados, la directora está si cabe aún más inútil. Una profesora de Primaria se ha ido. Le hacían trabajar muchas horas en portería ocupándose de facturas devueltas, vendiendo chándales. Este año le querían poner en su horario más horas de esas y ha dicho que adiós, y que ya encontrará trabajo. El viejo fundador viene todos los días a hacer de las suyas. El otro día me dijo, delante de gente y con ese tono que él justifica por ser de Aragón, que si por él fuese yo estaría en la calle por suspender a muchos. Yo me callé, tragándome mi orgullo, guardándosela a él y a su hija. Si le contesto es para decirle que no es cierto, que él profesor anterior tenía resultados similares, que si quiere cogemos una lista y le justifico cada suspenso y por último le mando a la mierda. En fin, que eso fue un viernes y pasé un día… Menos mal que luego F. me mimó mucho.

La Comunidad nos ha quitado el desdoble de refuerzo que había en Matemáticas y Lengua. Me da mucha rabia porque seguro que pueden prescindir de otras cosas menos importantes. Sin ir más lejos, este jueves me tocó ir a preparar una excursión que harán los de 3º ESO, subvencionada por la Comunidad. Nos llevaron a 5 profesores en un autobús grande a un parque en las afueras de Madrid, nos acompañó una funcionaria y allí dos monitores nos dieron una instrucciones que nos podrían haber dicho por e-mail. Un malgasto de tiempo, de medios y de personal.

El sábado que viene nos vamos a Las Lagunas de Ruidera. Al siguiente nos vamos de puente a Lisboa el 8 de octubre. Yo he estado dos veces hace muchos años. F. no la conoce. ¿Algún consejo? Me voy a hinchar a bacalao.

Vacaciones finiquitadas

Nuestras vacaciones en París, el Valle del Loira, Bretaña y Normandía has resultado estupendas, repetibles y recomendables. Todos menos Sonia habíamos estado en París, pero no nos importaba volver y enseñárselo. Además, yo quería visitarla con F. Pateamos la ciudad tanto como pudimos. Le enseñamos el Orsay, el Louvre, y sobre todo la casa Museo de Rodin, que es ultrarecomendable, con El Pensador, El Beso, La Puerta del Infierno (increíble), y muchas otras obras distribuidas por su casa y su enorme jardín. Fuimos a Notre Dame, al Sagrado Corazón, a Montmartre. Hicimos la estupenda turistada de recorrer parte del Sena en barco por la noche, por 10 €. Subimos a la Torre Eiffel. Todo lo que nos dio tiempo en cuatro días. Encontré los restaurantes más baratos que hace seis años. Entonces para comer de menú de 13 € había que ir al Barrio Latino, donde se daban codazos para que entrases a sus variopintos restaurantes. Ahora, hay menús asequibles por todas partes. Será la crisis. Con frecuencia en un mismo restaurante te ofrecen varios menús, de 13 € en adelante. Muy ricos. Esto fuera de Paris se repite y mejora, ofreciéndote alta cocina a unos precios a los que me temo no estamos acostumbrados por aquí.

En el Loira, Bretaña y Normandía visitamos muchos pueblos y castillos: Blois, Chinon, Vitré, Dinan (mi favorito), Dinard, Sant Malo, Mont Sant Michel, Deauville, Canale, etc. Preciosos, todos tienen algo, todos son distintos. Nos sorprendió el precio de las casas en algunos de esos sitios al compararlas con España. Y eso que allí ganan más. Se nota que se vive bien en general. También visitamos la playa de Omagh, una de las del Desembarco de Normandía donde el primer día murieron el 40% de los soldados americanos, y el cementerio donde están enterrados miles de ellos. Es el cementerio de interminables cruces y estrellas de David que sale en Salvad al Soldado Ryan. Impresiona mucho. El viaje lo acabamos en los alrededores de Deauville, visitando vista points en coche o a pie. Deauville es un sitio muy bonito y pijísmo de la muerte, donde hay unas casas que te cagas y una buena playa. Lo llaman la playa de los parisinos ricos, que tienen a poco más de dos horas en coche. A última hora de la tarde quedan para montar a caballo por la orilla. También es conocido por su festival de cine americano.

Quedamos a las 8 para cabalgar por la playa, o sea.

Y nada, que se acabó lo bueno. Y echo de menos tener a F. a mano, o en su defecto en mi campo visual, todo el día. Al igual que él, este año no he conseguido desconectar durante las vacaciones, pensaba en el trabajo con más frecuencia de la debida. En fin, y ya mismo a pensar en las siguientes, que si el clima político no lo impide nos iremos a Tailandia.

Hoy hemos vuelto al cole. Parecía que fue ayer cuando nos sentíamos libre y felices de empezar las vacaciones. La directora, además de soltarnos unas cuantas frescas, nos ha dicho: “dejad que copien, pero que no os den el cambiazo”. Ay, esto no ha hecho más que empezar y he acabado hasta la polla.