Cuando se anuncia gira de Morrissey en Europa yo siento una especie de resorte en mi interior que me impulsa a ir. Tengo que ir y punto. Es así desde el primer concierto de su primera gira en abril de 1991 y espero estar en el último. Así que tras pensarlo un poco, me compré mi entrada para el concierto que me viene mejor: Florencia, el 11 de julio. Por ahora sólo hay anunciados 5 en Italia, 1 en Turquía, 1 en Bélgica y otro en Manchester (aforo de 19.000 personas). Aunque seguro que anuncian más, no es cuestión de esperar, pues puede que me vengan peor y al final se acaben las entradas del Nuevo Teatro dell'Opera en Florencia. Lo ideal cuando uno se desplaza lejos es ver más de uno. Sin embargo, el día anterior en Milán es en un teatro en el que no quitan los asientos, y yo paso de verle sentado. Me gusta estar en la barrera, justo en el front y no perder detalle. Y para el concierto posterior tendría que quedarme 3 días más e ir a un lugar que se llama Grado. Está siendo una gira estupenda por América (centro, sur y norte), que ahora va a llegar a Asia.
La entrada la compré el domingo. Ayer recibí un correo que había sido recogida por UPS. Hoy la tengo en mis manitas. En UK es un desastre comprar entradas. El negocio de los reventas (touts) es incontrolable desde que ofertan entradas en eBay. Por eso allí las entradas las envían poco antes de la fecha del concierto, para frenar un poco las ventas de estos cabrones. Además, no las envían fuera del país. Cuando voy a UK a verle mi amigo Chris se encarga de comprármelas porque las ponen a la venta a las 9 am, cuando estoy en clase y duran unos minutos. Se lo agradeceré siempre.
Os dejo con una canción que narra cómo Morrissey paseaba por Roma: