FEBRERO, QUÉ LARGO...
Mi amiga y abogada me ha dado un toque de atención por no actualizar el blog. Tiene razón. Lo que pasa es que estas últimas semanas, como el padre de F. estaba había recaído, no me apetecía ni me parecía oportuno comentarlo aquí. Por ello iba posponiendo la siguiente entrada. Desde hace poco su padre está mejor, dentro de lo mejor que permite la gravedad de una enfermedad incurable, aunque si mitigable. La situación está más tranquila porque el hombre, o sea mi suegro, tiene menos dolores, los análisis son positivos, y está más lúcido y animado.
F. ha venido todos los fines de semana desde que se marchó tras la navidad. Han sido unas semanas duras en las que hemos estado juntos todo el tiempo que hemos podido. No ha sido fácil cuando era poco, y yo estaba todo el tiempo deseando verle más para apoyarle. Por fin, en las últimas dos semanas nos hemos visto algo más. Y el sábado pasado pasamos juntos cerca de seis horas. ¡No me lo podía creer! Y el domingo 18 incluso ¡fuimos al cine! F. eligió “Todas Contra Él” porque es la comedia más tonta que ponen ahora mismo y dice que no quería ir al cine para pensar. Como el protagonista Jesse Metcalfe (el jardinero de “Mujeres Desesperadas”) me encanta pues fue todo un placer para los ojos durante hora y media. Ni que decir tiene que la peli es una tontuna, pero eso ya lo sabíamos y no nos importaba. Para compensar he visto recientemente otras dos pelis serias que están bien: “Juegos Secretos” (Litlle Children), que es un poco “Crash” y “American Beauty”, y “Diamantes de Sangre”, que es interesante y todo lo comprometida que Hollywood puede dar de si.
Últimamente voy a patinar con R., que le hemos cogido el gustillo. Y eso que nuestros patines son una caca de la vaca. Ya hemos ido cuatro o cinco veces en estas semanas. Cuando hace sol se está fenomenal patinando por El Retiro. Luego descansamos y charlamos de nuestras cosas mientras nos tomamos un vermú.
Este pasado fin de semana ha sido el más relajado en mucho tiempo porque no me he movido de Rivas, tirado en el sofá, viendo la TV y leyendo. Me siento con más ganas de lo habitual a la hora de empezar esta semana. A mi madre no le ha sentado bien que no fuese a comer el domingo, pero tiene que ir acostumbrándose a tenerme menos, y hacerse a la idea de que en breve me iré del todo. Ya estaría totalmente instalado si tuviese más dinero. Por cierto, me piden mil y pico euros por poner dos puertas mallorquinas de acceso a la terraza en los dos de los dormitorios. Qué caro es todo, Dios mío.
Mi amiga y abogada me ha dado un toque de atención por no actualizar el blog. Tiene razón. Lo que pasa es que estas últimas semanas, como el padre de F. estaba había recaído, no me apetecía ni me parecía oportuno comentarlo aquí. Por ello iba posponiendo la siguiente entrada. Desde hace poco su padre está mejor, dentro de lo mejor que permite la gravedad de una enfermedad incurable, aunque si mitigable. La situación está más tranquila porque el hombre, o sea mi suegro, tiene menos dolores, los análisis son positivos, y está más lúcido y animado.
F. ha venido todos los fines de semana desde que se marchó tras la navidad. Han sido unas semanas duras en las que hemos estado juntos todo el tiempo que hemos podido. No ha sido fácil cuando era poco, y yo estaba todo el tiempo deseando verle más para apoyarle. Por fin, en las últimas dos semanas nos hemos visto algo más. Y el sábado pasado pasamos juntos cerca de seis horas. ¡No me lo podía creer! Y el domingo 18 incluso ¡fuimos al cine! F. eligió “Todas Contra Él” porque es la comedia más tonta que ponen ahora mismo y dice que no quería ir al cine para pensar. Como el protagonista Jesse Metcalfe (el jardinero de “Mujeres Desesperadas”) me encanta pues fue todo un placer para los ojos durante hora y media. Ni que decir tiene que la peli es una tontuna, pero eso ya lo sabíamos y no nos importaba. Para compensar he visto recientemente otras dos pelis serias que están bien: “Juegos Secretos” (Litlle Children), que es un poco “Crash” y “American Beauty”, y “Diamantes de Sangre”, que es interesante y todo lo comprometida que Hollywood puede dar de si.
Últimamente voy a patinar con R., que le hemos cogido el gustillo. Y eso que nuestros patines son una caca de la vaca. Ya hemos ido cuatro o cinco veces en estas semanas. Cuando hace sol se está fenomenal patinando por El Retiro. Luego descansamos y charlamos de nuestras cosas mientras nos tomamos un vermú.
Este pasado fin de semana ha sido el más relajado en mucho tiempo porque no me he movido de Rivas, tirado en el sofá, viendo la TV y leyendo. Me siento con más ganas de lo habitual a la hora de empezar esta semana. A mi madre no le ha sentado bien que no fuese a comer el domingo, pero tiene que ir acostumbrándose a tenerme menos, y hacerse a la idea de que en breve me iré del todo. Ya estaría totalmente instalado si tuviese más dinero. Por cierto, me piden mil y pico euros por poner dos puertas mallorquinas de acceso a la terraza en los dos de los dormitorios. Qué caro es todo, Dios mío.
Quedan dos días para que se acabe el mes y febrero se me ha hecho larguísimo, más que los demás. Quiero que empiece marzo ya, porque es un mes muy especial.
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