El concierto de Raphael del viernes pasado estuvo increíble. Empezó con unos timbales, juegos de luz con el “50” y fotos que recorrían en tres panatallas diferentes décadas. Cuando salió el público ya entregado le dedicó su primera ovación. Empezó con Serrat y Machado: Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar. Su repertorio fue muy bueno y el público se puso en pie con todas, cantó los clásicos Yo Soy Aquel, Digan lo que Digan, Mi Gran Noche, Como Yo te amo, Amor mío, La canción del trabajo, Estar enamorado es, Estuve enamorado, etc. De las más recientes La Fuerza del Corazón y Ahora son geniales, pero la compuesta por Sabina (¡puaj!) es una tontería. Estuvo poco hablador, se limitó a cantar y ponernos los pelos de punta. Quizás el climax de la noche fue Frente al espejo, cuando se pone a mirarse en un marco de espejo con un cristal, que rompe de una patada. Impresionante. Sus facultades están en perfectas condiciones. Espero que haya Raphael para rato porque me parece el mejor cantante de música popular de España. Lo pasamos genial y encima estábamos detrás de Lina Morgan.

Estos últimos días del año están siendo muy estresantes. La evaluación, los niños nerviosos, nosotros cansados, la directora tan inútil como siempre… Al chaval que me amenazó le expulsan mañana lo que queda, o sea cuatro días, si su madre se presenta en el cole, que debería haber venido hoy. A otra chica, esta de la clase de la que soy tutor, que tiene 15 años la pillaron hace dos días fumando un porro en el baño. Hay que ser tonta. La van a expulsar un mes, aunque su madre tampoco ha aparecido hoy y no la localizamos en el móvil. Esta niña ya está metida en un seguimiento por absentismo. En fin, menudo panorama. Necesitamos vacaciones ya.

Hemos reservado para irnos tres días a Salamanca y cambiar de aires.

Carlos llega hoy de México.

No me comprado ningún regalo aún.

F. está hasta los huevos en el trabajo

Odio que nieve en Madrid ciudad.

Estoy a favor de que Tita desherede a Borja.

Me alegro tanto de la baja participación en el referéndum de pacotilla celebrado en algunas localidades de Cataluña…