En fin, para celebrarlo cenamos en nuestro restaurante, el Nina, el primero al que fuimos juntos, que siempre será especial. Qué bien recordar aquella noche mágica del 25 de marzo, Viernes Santo, con una luna redonda como un caramelo de anís. Qué bien volver al mismo restaurante a renovar nuestro compromiso, aunque eso sea algo que hacemos día a día. Qué bien disfrutar de una comida tan rica juntos. Al llegar a casa F. me dio un regalo: un cuadro de Neus Bruguera que había visto y dejado escapar dos meses antes, ya que no era prudente gastarme dinero estando esas semanas sin trabajo.
Tenemos un viaje a finales junio. De repente, sin disco nuevo que promocionar ni nada, se anunciaron nueve conciertos de Morrissey en Escocia e Inglaterra. Mi única opción era uno en sábado. Como el vuelo cuesta 35 € le propuse a F que se viniese y pasásemos el fin de semana en York. Vaya nervios hasta que conseguí entradas, pero todo fue como la seda, todo ya está controlado. Tenemos entradas y también alojamiento bueno y barato. Todo el mundo echa pestes de Ryanair. Mira que he volado veces con easyjet a Londres, Liverpool y Paris. También he usado Vueling. Dicen que la experiencia con Ryanair es como para no repetir. Ya veremos.