“TODAS LAS MAÑANAS, LE AGRADEZCO A DIOS”
... que dice una gran canción de Palito Ortega.
Ya os he hablado anteriormente de la diversificación que se hace el la ESO. Consiste en hacer un grupo para los que van mal en algunas asignaturas, de modo que por ejemplo cuando toca inglés, pues varios alumnos de dos grupos son juntados en uno. Así se trabaja mejor, al mismo ritmo para todos, y cuando acaba la hora vuelven a su clase. En la diversificación confluyen los que son torpes , los que son vagos y los que son las dos cosas. Os dije que el inspector del cole en el que estuve hasta diciembre quiere que se les apruebe sin examen, o sea... En este colegio tengo dos grupos de esos, que son los más complicados, claro, a ver qué consigo. Una de las diversificadas es total: repetidora, gruesa, supermaquillada, con anillos de oro en todos los dedos y ocho cadenas gordas de oro. Sus padres tienen un puesto de pescado. Me cae muy bien. Hoy me ha contado que ayer le robaron 40 € de la mochila.
Hoy y mañana son los parciales. Esta mañana lo ha hecho mi sobrina, que estudia 2º ESO. En la primera evaluación fue la primera de la clase. Estudia mucho y es muy inteligente. Ha sacado un 8,4. Mi madre, o sea, su abuela me ha amenazado por teléfono: “como no le subas a 9 a la niña, te vas a enterar”. Yo me tronchaba de risa y ella se enfadó. En la clase de mi sobrina hay un chaval que desde el principio me llamó la atención por su falta de ritmo al seguir la clase. Sé por las listas que es el único que suspendió en diciembre. Hoy me entregó el examen a medio hacer y con una letra imposible. Al salir he preguntado acerca de él a una compañera y me ha contado que tiene una enfermedad degenerativa irreversible, que está peor que el año pasado, que hace exámenes más cortos a medida, y que en 3 o 4 años estará en una silla de ruedas y poco después habrá muerto. Me he emocionado. Me ha dado tanta lástima... Me ha dado rabia no saberlo. He ido a buscarle y le he dicho que a las 3:30 viniese a buscarme y le daba media hora más. Hay que echarle una mano. Incluso subirle la nota si hace falta, por su esfuerzo, por su lucha. Por su falta de futuro, habrá que favorecerle en lo que se pueda su presente.
Tengo otro chaval en otra clase que tiene los huesos de cristal, va en silla de ruedas y mira lo que escribo en la pizarra con unos prismáticos.
... que dice una gran canción de Palito Ortega.
Ya os he hablado anteriormente de la diversificación que se hace el la ESO. Consiste en hacer un grupo para los que van mal en algunas asignaturas, de modo que por ejemplo cuando toca inglés, pues varios alumnos de dos grupos son juntados en uno. Así se trabaja mejor, al mismo ritmo para todos, y cuando acaba la hora vuelven a su clase. En la diversificación confluyen los que son torpes , los que son vagos y los que son las dos cosas. Os dije que el inspector del cole en el que estuve hasta diciembre quiere que se les apruebe sin examen, o sea... En este colegio tengo dos grupos de esos, que son los más complicados, claro, a ver qué consigo. Una de las diversificadas es total: repetidora, gruesa, supermaquillada, con anillos de oro en todos los dedos y ocho cadenas gordas de oro. Sus padres tienen un puesto de pescado. Me cae muy bien. Hoy me ha contado que ayer le robaron 40 € de la mochila.
Hoy y mañana son los parciales. Esta mañana lo ha hecho mi sobrina, que estudia 2º ESO. En la primera evaluación fue la primera de la clase. Estudia mucho y es muy inteligente. Ha sacado un 8,4. Mi madre, o sea, su abuela me ha amenazado por teléfono: “como no le subas a 9 a la niña, te vas a enterar”. Yo me tronchaba de risa y ella se enfadó. En la clase de mi sobrina hay un chaval que desde el principio me llamó la atención por su falta de ritmo al seguir la clase. Sé por las listas que es el único que suspendió en diciembre. Hoy me entregó el examen a medio hacer y con una letra imposible. Al salir he preguntado acerca de él a una compañera y me ha contado que tiene una enfermedad degenerativa irreversible, que está peor que el año pasado, que hace exámenes más cortos a medida, y que en 3 o 4 años estará en una silla de ruedas y poco después habrá muerto. Me he emocionado. Me ha dado tanta lástima... Me ha dado rabia no saberlo. He ido a buscarle y le he dicho que a las 3:30 viniese a buscarme y le daba media hora más. Hay que echarle una mano. Incluso subirle la nota si hace falta, por su esfuerzo, por su lucha. Por su falta de futuro, habrá que favorecerle en lo que se pueda su presente.
Tengo otro chaval en otra clase que tiene los huesos de cristal, va en silla de ruedas y mira lo que escribo en la pizarra con unos prismáticos.