Parece que procede venir y actualizar el blog que tengo abandonado justo cuando empieza un año nuevo, cuando uno hace balance y piensa en qué le gustaría que sucediese en los siguientes doce meses. Sin duda, no puedo ni debo quejarme. El 2012 lo acabé sin trabajo aunque sabiendo que empezaría a trabajar el ocho de enero. Tengo un trabajo que me gusta en un sitio que me gusta. Tengo a F. a mi lado como siempre desde hace más de siete años. Me he ido de vacaciones sin problemas. Me fui a Italia a ver a Morrissey. Tengo un puñado de buenos amigos con los que sé que puedo contar. En mi familia todos están bien. Por lo tanto, sólo puedo pedir quedarme como estoy, que dadas las circunstancias es seguir adelante. Hay cosas Los deseos que cumplir que sean para los demás, para ese amigo/a que sigue solo, para ese/a otro que busca trabajo.
Estas navidades están siendo más tranquilas de lo planeado.
Queríamos ir a Manchester a ver a nuestros amigos, pero se adelantó la fiesta
de cumpleaños de mi sobrina, que ya tiene desde hoy 18 añitos, y lo impidió.
Los billetes cualquier otra fecha eran ridículamente caros, cerca de 300 € con
más de un día de duración haciendo escala en Bruselas. Otra vez será. Esa
tranquilidad no quiere decir que haya menos comidas ni reuniones de lo habitual
sino que he encontrado más tiempo para descansar y compensarlas.
Una cosa que no os he contado es que llevo yendo al gimnasio
desde mediados de septiembre. Había decidido no coger clases particulares por
las tardes. El año pasado acabé saturado de ellas y de tener que usar el coche
para poder llevarlas. Tampoco quería estar todas las tardes tirado sin hacer
nada. Simplemente, un día pasé por la puerta, entré a preguntar y volví al rato
para empezar. Le he cogido el gustillo y ya empiezo a ver algún efecto aquí y
allá. Le dije al monitor que yo no estaba interesado ganar músculo. Él me dijo
que lo que yo quería era “tonificarme”. El caso es que desde entonces le he
cogido gustillo, no me da pereza y ya noto algo el fruto del esfuerzo. Llego con mi iPod y hago ejercicio durante
unos 45 minutos, cuatro veces por semana. Espero continuar y que nada me
desanime.
En el colegio todo sigue bien exceptuando un problema que ha
habido con las redes sociales. Parece que está de moda abrir cuentas en ellas
para poner a caldo a los colegios y a los profesores. Yo no he salido mal
parado, pero con otros se han cebado, incluso haciendo comentarios acerca de
sus familia que son mentira. Todo bastante desagradable. Lo bueno es que este
colegio reacciona enseguida cuando hay faltas en contra del plan de
convivencia. Los responsables de todo han sido expulsados unas semanas, que es
lo que permite la ley, y han pedido cambio de colegio. Los compañeros al
principio apelaban a la libertad de expresión, sin pensar que publicaban
mentiras y que además eliminaban comentarios que no les seguían el juego. Sin
embargo, poco a poco han acabado cambiando de opinión, sobre todo cuando han
visto que este asunto había hecho daño al profesorado y les podía afectar a
todos. A ver qué pasa.
Mi frigo
Uno de mis entremeses en nochevieja
Decoración en casa de mi hermana, un maniquí rescatado de la basura
2 comentarios:
No, si a este paso vas a terminar como Alcide Herveaux...
Debéis sacar el lado positivo de esos incidentes con las redes sociales: los alumnos han vivido en carne propia una situación relativamente poco grave, pero que ha tenido sus consecuencias. Eso será una enseñanza para ellos. Creo que esto no se les olvidará en toda su vida, lo que les irá muy bien en el futuro.
Lo del gimnasio está genial, una vez que le coges el gusto te deja bastante bien, no sólo físicamente. Hay que tener un tiempo para nosotros y no pensar que todo es trabajo.
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