martes, octubre 16, 2007

FOTOS EN LA CARTERA

Hoy estábamos comiendo en la Uni la nueva compañera, N. y yo. N. me conoce desde hace cinco años y es muy buena amiga, tenemos mucha confianza y su novio sueco se moriría de celos si yo no fuese gay. A veces cuando está con él le llama por mi nombre. La nueva me había lanzado varias indirectas, como queriendo saber cosas de mi vida privada, en plan “es que los solteros…”. Hoy estaban las dos hablando mucho de hombres, diciendo la nueva que le gustan los hombres corpulentos para parecer más delgada. Ha empezado a hablar de mis ojos. Le he dicho que salen a los de mi padre. Y me dice ella que es rasgo dominante, que cuando tenga hijos probablemente saldrán a mí. N. le ha dicho que mis sobris los tienen iguales (que en su caso salen a su madre, ¡menos mal!). Ahí he aprovechado la coyuntura, enseñándole las fotos de carné de mis sobrinas que llevo en la cartera. Entonces le he dicho a la nueva que yo no voy a tener hijos, enseñándole la foto de F que llevo y diciéndole: “mira, mi novio”. Y me dice ella: “anda, pues qué ojazos, vaya dos, vuestros genes hubiesen luchado a brazo partido”. Entonces me ha empezado a preguntar que cuánto tiempo llevábamos y esas cosas. Ha sido una escena curiosa y de lo más original. Es bonito eso de llevar la foto de tu pareja en la cartera.

Estoy leyendo Contra Natura de Alvaro Pombo. Lo compré el otro día cuando fui a ver El Orfanato. Me acerqué a mirar libros porque tengo ¡cuatro cumpleaños atrasados!, y como nunca voy por el centro... Compré libros para dos de ellos y dejé los otros pendientes porque no me dio tiempo a buscar más. Me está gustando la novela. El Metro de Platino Iridiado me encantó, pese a la densidad del lenguaje, la puntuación, o mejor dicho la ausencia de ella. Este tiene más puntuación, pero también es denso en vocabulario y descripciones. Es muy original. En una escena están los dos protagonistas en el coche y suena Bisbal, al que califica de rabanero. Estoy segurísimo de que a Pombo le gusta más Bustamante, más guapo, más simpático, y mejor cantante, menos robot y más corazón, tal y como apuntaron Astrud. Recuerdo a finales de los 80 el programa de la tarde de Manuel Hidalgo, en el que un día a la semana había una tertulia com Pombo, Luis Antonio de Villena, Andrés Amorós. A mi padre y a mí nos encantaba y no nos lo perdíamos nunca. Era divertidísimo. Ahora todas las tertulias son del corazón o de política, y se chillan. Aquellas podían tratar y derivarse hacía cualquier cosa.

1 comentario:

rickisimus2 dijo...

Qué curioso. Nunca habíamos hablado de ello, pero a mi tam bién me gustaban muchísmo aquellas tertulias. En aquel entonces Pombo me pareció un personaje de los que habría que clonar por su ingenio y sentido del humor.

Incluso me regalaron un ejemplar de "El metro..." y fue el primero que dedicó cuando sacó el libro a la venta.