SAN FERMÍN

Después del estrés y el agobio de los últimos meses, trabajar un par de horitas por la mañana me sabe a gloria. Dar clase a pocos alumnos, que además parecen interesados (por la cuenta que les trae) me devuelve las ganas. Esta mañana he llemado al INEM y puedo cobrar el paro a la vez que seguir cobrando las monjas y trabajar donde mi hermana. Así que el día 12 solicitaré la prestación.

Me quejaba el miércoles pasado de que no había visto a F. entre semana, pero el jueves vino a verme a casa y también nos hemos visto hoy lunes, cinco días seguidos. Qué bien sienta.

Fuimos a Riaza el sábado a ver mi amiga Susi. Susi y su marido decidieron de la noche a la mañana dejar Madrid, abandonar sus trabajos y mudarse a un pueblo segoviano. En un año están asentadísimos social y económicamente. Supongo que hay gente que vale para ese tipo de cosas, romper y empezar una nueva vida. No lo digo como algo que me gustaría hacer, porque yo estoy contento aquí en el pueblo y acercándome a Madrid cuando me apetece, sino como algo que admiro, que la gente siga sus sueños, que se lance y los cumpla.

Queríamos haber llegado a Madrid antes y ver la manifestación del Orgullo. Lo que pasa es que hacía más de un año que no veía a Susana y ponernos al día llevó su tiempo. Nos metimos a ver El Incidente. No está mal, pero le falta algo. No me gustó el final a lo película de zombis. A F. le pone el prota, Mark Wahlberg, oscuro objeto de deseo de sus años más jóvenes. A mí no me gusta nada, ya sabéis que me va más Tobey Maguire o Jake Gyllenhaal.

Grabé por Internet el concierto que dio Morrissey en Londres el viernes. ¡Es la caña!

En estos momentos ponen imágenes encierros de San Fermín. Ya lo dice la canción:
y el Vietnam es Jauja para mí, si lo comparo con Pamplona en San Fermín..