lunes, diciembre 15, 2008

VEN A CENAR CON ELLOS
Acaba de terminar uno de mis programas favorito: Ven A Cenar Conmigo. Me sigue gustando mucho, aunque haya cambiado desde que empezó, quitando espacio de las recetas para dedicárselo a la relación entre los comensales, pasando a ser más reality. Quizás lo ampliaría cinco o diez minutos para que la cosa estuviese más equilibrada. Entre las variantes que han introducido se encuentra la del episodio de hoy: quienes invitan a los demás es una pareja, que hace la comida juntos y uno de ellos es quien acude a la casa de los demás. La pareja anfitriona de hoy ha sido dos chicos de Sevilla. Me ha encantado. Ha contribuido más a la normalización de los gays en la televisión que toda la información de todas las cadenas juntas acerca del Día del Orgullo Gay, en la que sólo ponen chulazos y travestis varias. Han sacado a estos dos chicos comprando y cocinando juntos en un piso normal, paseando a sus perros, con sus madres, enseñando las fotos de su bodorrio (¡en el que cada uno soltó una paloma!, que no es nada comparado al espectáculo ecuestre de la última boda familiar a la que fui en Jerez). En fin, una pareja que lleva años conviviendo, que se da un beso de buena suerte antes de abrir la puerta a sus invitados. Simplemente, una pareja como las demás que han sacado en otros capítulos. Cuando he dicho antes "normalización" no quiero decir que no me parezca normal que salgan gays de pluma y tratestis. Me parece estupendo, pero que me gusta que salga de todo.

Estoy en el paro obrero. Al final de la semana pasada estuve triste, me daba pena dejar el cole. Me ha gustado trabajar allí y me pregunto como les va a ir a los alumnos que he conocido. Aún no he ido a inscribirme al INEM porque me faltan papeles. Si no se le adelanta el parto a la profesora que voy a sustituir, empezaré el ocho de enero en el siguiente cole. Todo el mundo me dice que qué bien que ya estoy de vacaciones y yo les contesto que no lo estoy, que no estoy cobrando, que prefiero trabajar. ¿A qué me dedico? Pues a hacer alguna compra de navidad y a leer. Me he leído 31 Dream Street, de Lisa Jewel en dos días. Es una autora de historias preciosas, sin pretensiones, con mucho éxito en Gran Bretaña. Leí su One Hit Wonder hace años y he ido leyendo todas.

2 comentarios:

Pedro Luis Barbero dijo...

¡Bienvenido al maravilloso mundo de El Paro! No te quejes, al menos tú puedes leer. Yo, con dos churrumbeles a cuestas, leer se convierte en una aventura más dificil de acabar que Pekin Express. Ayer estuve en el INEM. Llevo más de un mes para poder inscribirme: cada vez que voy me piden un papel nuevo y, sospecho, deben de reirse en un cuarto oscuro donde manejan cámaras ocultas. Iba a decir que esto sigue igual que con Franco pero no... sigue igual que cuando Larra.

En cualquier caso, míralo por el lado bueno. Podemos vernos uno de estos días para "parear" juntos y tomarnos una cañita antes de que la crisis haga que sólo podamos vernos para tomar un par de vasos de agua (del grifo, que para mineral no nos llegará)

Un abrazo.

Max de Winter dijo...

Mi periplo el pasado mes de julio en el INEM, atendido por una chica a lo Bea la Fea fue desesperante.

Te mando mail para quedar. Un abrazo.
m.