A partir de ahora, cuando en un colegio concertado un profesor caiga enfermo y coja una baja la Administración no va a pagar los primeros veinte días. Nos lo contó la directora ayer. Con ello van a conseguir que los colegios no contraten a nadie para esos veinte días, ya que no tienen dinero. Además es algo que no se puede presupuestar porque es imposible saber quien se va a poner malo cada curso. En mi colegio las familias pagan de buena gana una mensualidad baja que se usa íntegramente para gastos del colegio y no para la congregación de religiosas que lo dirigen. Las cuentas se hacen públicas para las familias cada curso. Este trimestre han puesto un portátil y un cañón en cada aula. Si los padres ven claramente que ese dinero se invierte en el colegio no inconveniente en pagarlo. Otra cosa buena del colegio es que las monjas, que van de paisano, delegan puestos directivos en profesores y profesoras que no son monjas.
Hoy un chaval de 1º de Bachillerato, de mi tutoría, se ha ido a casa llorando. Viene de Diversificación, ya sabéis, esos cursos adaptados para que los más torpes o vagos, o las dos cosas, se saquen la ESO. Vino a verme para que llamase a su madre y le pidiese que viniese a por él. Me contó sin poder contener el llanto que no puede con ello, se declaró literalmente un vago sin remedio y acabó con que no sabe qué hacer con su vida. Me ha dado mucha pena. Dudo que vuelva mañana. Ojalá encuentre su camino pronto.
¡Vivan los Reyes Magos!
2 comentarios:
Aquí llevamos como un par de años en que las bajas no se cubren durante casi un mes; sólo lo hacen cuando saben que son largas (maternidad, depresión, etc). Y lo del chico ese sí que es un drama más que un problema, gente joven que no sabe qué quiere hacer en su vida y con ella. Una pena.
Feliz año Max, sigo leyéndote de vez en cuando y envidiando tu suerte de ver a Morrissey en concierto.
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