MI alumna choni

Resulta que tengo una alumna, muy choni, en mi tutoría (1º Bachillerato) que faltó mucho sin justificar en enero, exactamente dos días completos y cinco clases a última hora. Supongo que pensaba que al ser yo nuevo, no me iba a coscar o iba a pasar del tema. Tras apuntar las faltas que figuraban en la plataforma digital donde las metemos a diario llamé a su casa y hablé con su madre, que puso el grito en el cielo, que cómo era posible ya que cuando hizo lo mismo hace dos años el padre ya le pegó una paliza. Quería venir en ese instante a hablar conmigo. La calmé un poco y le dije que hablase con su hija, que ya hablaríamos otra vez en unos días. Cuando pasó una semana la llamé de nuevo y la cité ayer para comunicarle una sanción por una falta grave. Pero me temo que había otra falta aún más grave, pues nada más sentarnos en el sofá de la salita, me soltó casi llorando que su hija está embarazada de un mes. Su marido quería llevarla “de los pelos a abortar “. Pero la “niña” no quiere abortar "porque es pecado mortal" y no la pueden obligar. Supongo que cuando follaba no pensaba en el pecado, el infierno y esas cosas. A los padres les queda la esperanza de que aborte de manera natural. Estuve una hora hablando con ella, sobre todo diciéndole que la apoyasen, que la decisión era de su hija y debían apoyarla aunque no estuviesen de acuerdo, porque lo necesita. Ya al final no sabía ni que decirle. Me sentía como un profesor de Física o Química en el que la realidad supera a la ficción.

VA BIEN

Ha pasado un mes desde que volví al colegio. Las cosas están funcionando bien. No estoy teniendo problemas y creo que estoy encajando. Está feo que yo lo diga pero nunca tengo complicaciones a la hora de relacionarme cuando llego a un trabajo nuevo. Tengo buen carácter y me llevo bien con todo el mundo. Como mi madre.

Tras hablar la semana pasada con la directora, que me citó para ver qué tal me iba, mi impresión fue bastante buena. No quiero dar nada por hecho, pero es inevitable que me haga ilusiones y desee quedarme. Ojalá así me lo dijesen cuando llegue mayo o junio. Me llevo fenomenal con los compañeros. Son gente muy abierta y acogedora. Por ello me ha extrañado enterarme de que no sintieron la marcha del otro profesor. Parece ser que iba de víctima y no acabó de cuajar con ellos. Nadie le menciona ni le echa de menos. Supongo que parte de los alumnos sí, entre otras cosas porque dicho profesor iba de colega de los alumnos. De los alumnos no se puede ser amigo. Hay que ser accesible, amable y cercano. Un profesor no debe cruzar esa línea, no debe olvidar en lado en el que está.

He ido viendo cosas raras. Existe una asignatura desde hace dos o tres años que se llama Ampliación de Inglés, que es optativa en 1º y 2º de Bachillerato. Yo la imparto a ambos, sin libro, currándome las cuatro sesiones semanales. Resulta que en 2º hay tres alumnos buenos con un nivel de First Certificate o Advanced, y catorce por debajo de ellos, con un nivel medio o incluso bajo. Este profesor enfocó la asignatura para esos tres a los que tenía idealizados. Para mí ha cometido un error, consiguiendo que algunos estén agobiados y que una asignatura optativa se les atraviese y les baje la media. Injusto. Es una de varias cosas que no me cuadran. Cuando ya he cogido confianza con las otras profesoras de inglés ya me ha ido cotilleando y confirmando mis sospechas. En fin, a ver qué pasa dentro de unos meses.

Me tragué en una semana los doce episodios de American Horror Story. Menuda serie… No puedo recomendarla a la ligera aunque me haya gustado mucho. Se trata de un desfile de fantasmas y asesinatos bastante cruentos. Es tremenda. Lo que empieza como un tema muy manido enseguida cobra originalidad. Y acaba muy bien. Jessica Lange está estupenda. Después he empezado a ver Game of Thrones, que también me ha enganchado. No tenía ni idea de que trataba. Me la pasó F, como todas, ya que soy muy vago para bajarme series. Parece ser que las novelas en las que se basa son muy conocidas. Me gustan las distintas tramas y las localizaciones.

Este fin de semana nos vamos a Villarrobledo. Charlar, comer y ensayar canciones. Ese es el plan. ¡Que ganas! Hay semanas más largas que otras.

EQULIBRISTA

Cuando me enteré de la reciente publicación de Cecilia. Equilibrista, tardé un par de días en ir a Madrid a comprármelo. Mi primer recuerdo de Cecilia es de lo más remoto de mi infancia. Como ya os he contado, mi padre trabajó a principios de los 70 en CBS, produciendo discos de flamenco. Gracias a eso trajo a casa los discos de Cecilia que aún conservo, que de pequeño ponía sin entender bien la razón, pero sabiendo que ahí había algo distinto, y que poco más tarde empecé a poner con admiración. Cecilia, como Mari Trini, fue única. Su fusión de existencialismo vital y costumbrismo español consiguió unas canciones sublimes. Por algo ha permanecido en la memoria de España más allá de Dama Dama , Un Ramito de Violetas o Mi Querida España, sus tres canciones más famosas. Tres grandes canciones. Nadie ha cantado igual de la muerte en este país. La muerte es una constante en sus canciones, aquí y allá, como tema principal o no. Siempre acechándola, como en aquella carretera en que su coche chocó contra un carro de bueyes sin señalizar. Si no fuera, versioneada genialmente por Raphael, es el colmo, una serie de razones para no suicidarse. Una maravilla. Me Quedaré Soltera, es un tremendo lamento que dura hasta el funeral, donde probablemente no habrá nadie que llore. En fin, la lista de canciones es desgraciadamente limitada ya que su carrera fue corta. Pero ahí quedaron tres álbumes increíbles y otras cuantas canciones inéditas.

El libro interesa porque cuenta detalles de su infancia, juventud, de su carrera, de cómo luchó contra lo que le querían imponer, de cómo la OTI le daba igual, de su novio (también en el mundo de la música), del accidente, etc. Además, trae abundantes citas extraídas de entrevistas y de críticas musicales. El estilo y el prefacio del autor no me gustan, pero lo importante es la información que aporta. Siempre la llevaré en mi corazón y en mi iPod.

Cuando el domingo fui a acostarme, F. Me había dejado esto en la almohada. J