ARAÑANDO EL TIEMPO
Los fines de semana vuelan, no suelo parar. Tengo ganas de que llegue uno en el que no hacer nada de nada. El viernes pasado no salí y me dediqué a hacer croquetas de salmón. No tenía intención de quedarme hasta tarde para ver Queer As Folk, porque estaba cansado, pero al final me quedé. Es decepcionante el camino que está tomando Michael, que ha optado por retomar su relación con uno que es seropositivo, con lo que me gustaba su novio de antes, todo un médico. Michael es un personaje aparentemente simple, que se deja llevar, pero que acaba tomando las decisiones correctas, así que espero que no se enamore o se desenamore. Fue un episodio que me gustó menos de lo habitual.
El sábado hice vida de ripense, entre otras cosas fui a correos a recoger las cartas retenidas porque tenemos mal distribuidos los buzones del portal. Entre facturas varias (qué agobio), tenía una tarjeta de “feliz casa” de Mike y una de navidad de R., la primera que recibo. Fui a comer a casa de mis padres pronto, para salir poco después de compras de navidad y de cumpleaños con mi madre. Este año se ve poca gente por los centros comerciales. Después me fui al cumple de Miguel, en Vallecas. Le regalé Historias de San Francisco de Maupin, muy divertido y entretenido, que desde aquí recomiendo todos sus volúmenes (5, de los cuales hay 3 en castellano), así como sus otras novelas: Maybe The Moon y The Night Listener (esta está traducida). Espero que le guste. Me gustó ver a gente que ya suelo ver menos. Espero invitarles a mi casa cuando haga una fiesta de primavera en la terraza. Me fui pronto por dos razones. Una era que Alfonso podría venir a dormir a casa (cosa que no sucedió), y otra era que había quedado a las 9 del día siguiente con Sonia para ir a Ikea. Tuve que madrugar a las 7.30…, pero mereció la pena ir pronto, desayunar por 1 euro, y poder estar allí con pocos clientes. Mi estantería no estaba, así que no compré nada. Ella compró parte de una estantería para su trastero y fuimos a su piso nuevo a dejarla. Después fuimos a mi piso. Invité a Carlos a comer, que se presentó con su inquilino-amigo-compañero de trabajo, al que ya conocía. Cuando acabamos de comer les dije que la comida no era gratis y les puse a todos a trabajar. Me colocaron dos lámparas, un espejo, unas baldas y parte del tendedero. No está nada mal. Al amigo de Carlos le gustó Sonia, pero me temo que no fue recíproco.
Ayer lunes fue cansado, tres clases particulares por la tarde me dieron mucho sueño. Antes fui corriendo a Fnac a comprar una cosilla que me faltaba y quería dejar zanjada. Fui pitando a casa de mi hermana a celebrar el cumple de mi sobri pequeña, que estaba encantada con la corona de princesa y la falda que le regalé. Es muy agradecida, una preciosidad y un encanto de niña.
Hace un rato mi coordinadora me ha alegrado el día diciéndome que no venga a trabajar el viernes por la mañana, lo cual significa que veré a F. y estaré un día menos sin verle. Estaré sin verle del 23 al 25. Voy arañando tiempo para poder pasar juntos todo lo que podamos desde mañana por la tarde. Tengo que arañar algo de tiempo para hacer una letra de encargo…, de la cual sólo tengo una vaga idea y la quiere ya. Me hace ilusión que a alguien le guste lo que hago y me pida colaborar.
El sábado hice vida de ripense, entre otras cosas fui a correos a recoger las cartas retenidas porque tenemos mal distribuidos los buzones del portal. Entre facturas varias (qué agobio), tenía una tarjeta de “feliz casa” de Mike y una de navidad de R., la primera que recibo. Fui a comer a casa de mis padres pronto, para salir poco después de compras de navidad y de cumpleaños con mi madre. Este año se ve poca gente por los centros comerciales. Después me fui al cumple de Miguel, en Vallecas. Le regalé Historias de San Francisco de Maupin, muy divertido y entretenido, que desde aquí recomiendo todos sus volúmenes (5, de los cuales hay 3 en castellano), así como sus otras novelas: Maybe The Moon y The Night Listener (esta está traducida). Espero que le guste. Me gustó ver a gente que ya suelo ver menos. Espero invitarles a mi casa cuando haga una fiesta de primavera en la terraza. Me fui pronto por dos razones. Una era que Alfonso podría venir a dormir a casa (cosa que no sucedió), y otra era que había quedado a las 9 del día siguiente con Sonia para ir a Ikea. Tuve que madrugar a las 7.30…, pero mereció la pena ir pronto, desayunar por 1 euro, y poder estar allí con pocos clientes. Mi estantería no estaba, así que no compré nada. Ella compró parte de una estantería para su trastero y fuimos a su piso nuevo a dejarla. Después fuimos a mi piso. Invité a Carlos a comer, que se presentó con su inquilino-amigo-compañero de trabajo, al que ya conocía. Cuando acabamos de comer les dije que la comida no era gratis y les puse a todos a trabajar. Me colocaron dos lámparas, un espejo, unas baldas y parte del tendedero. No está nada mal. Al amigo de Carlos le gustó Sonia, pero me temo que no fue recíproco.
Ayer lunes fue cansado, tres clases particulares por la tarde me dieron mucho sueño. Antes fui corriendo a Fnac a comprar una cosilla que me faltaba y quería dejar zanjada. Fui pitando a casa de mi hermana a celebrar el cumple de mi sobri pequeña, que estaba encantada con la corona de princesa y la falda que le regalé. Es muy agradecida, una preciosidad y un encanto de niña.
Hace un rato mi coordinadora me ha alegrado el día diciéndome que no venga a trabajar el viernes por la mañana, lo cual significa que veré a F. y estaré un día menos sin verle. Estaré sin verle del 23 al 25. Voy arañando tiempo para poder pasar juntos todo lo que podamos desde mañana por la tarde. Tengo que arañar algo de tiempo para hacer una letra de encargo…, de la cual sólo tengo una vaga idea y la quiere ya. Me hace ilusión que a alguien le guste lo que hago y me pida colaborar.
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