jueves, diciembre 21, 2006

MI ESPIRITU NAVIDEÑO TIENE UN LÍMITE

Último día de trabajo. Mis clases de hoy se quedan reducidas a 2 porque a la 1:30 y 6:00 se suspenden las clases, así que volaré al encuentro de F. Ayer ya estuvimos juntos, aunque poco tiempo porque acababa de llegar y tiene que estar con sus padres, que tienen derecho a disfrutar de él y no debo ser un acaparador. Tenemos mucho tiempo hasta el 15 de enero. Hasta que llegó a casa estuve toda la tarde vagueando viendo la televisión, lying around. En estos días se ha puesto de moda usar la máquina de la verdad en los programas de la tarde de Tele 5 y Antena 3. Alto voltaje entre las cadenas. Un día de estos la tele va a echar chispas.

Acabo de leer en elmundo.es que la ministra Carbona quiere evitar que los toros mueran en las corridas, equiparándola así a como lo hacen en Portugal. Sería una medida genial. De lo mejor que pueden hacer los socialistas, igual de importante que permitir las bodas gays (probablemente a Zerolo se le desrizaría el pelo si leyese esto sabiendo que lo escribe un gay). Pero matar animales de manera que miles de personas lo celebren, aplaudan y paguen por ello es algo que no sucede en el resto de Europa.

La cena del trabajo es esta noche y yo paso de ir. Va muy poca gente, cada año menos. Quienes han ido en otras ocasiones ya sienten que han cumplido. Afortunadamente nuestra coordinadora no nos obliga a ir. Los muy cutres solamente te dan un regalo, que suele estar bastante bien, si vas a la cena. Pues que el rector se meta el regalito por donde le quepa. Mi espíritu navideño tiene un límite.

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