Ayer salimos un rato a celebrar mi cumple, con R. con U. y con un amigo nuevo inglés de R. que se llama Scott. F. estaba más pachucho según pasaban los minutos, así que nos fuimos pronto y le llevé a casa. R. me mandó más tarde un sms desde La Boite, donde estaban varios famosos presentadores de TV con sus novios. A uno de ellos le conocí personalmente en Jerez, de donde es oriundo, junto a una novia que dejó prácticamente en el altar. Era la segunda novia que dejaba. Ahora entiendo la razón. Me alegro de que la dejase, aunque ella lo pasase mal. Mejor eso que vivir engañada.
Al final F. me convenció y esta tarde hemos ido a las Rozas Village a comprarme las zapatillas Diesel que vi hace unas semanas. La verdad es que estaban a muy buen precio y me gustan mucho. Son estas:
Después nos hemos venido a casa y hemos visto tres episodios de Sexo en Nueva York. Los primeros están bien, pero no son tan buenos. Enseguida se pone irresistible. Carrie ya ha conocido a Mr Big, que pronto se convertirá en su hombre, le tenga o no. Charlotte, quien más claro tiene las cosas, ya está intentando conocer al hombre que debe ser su marido. La pobre tiene para largo... Ahí está Samantha, madura y voluptuosa, siempre ojo avizor para echar un buen polvo. Y por último Miranda, mucho más fría que sus amigas, más pendiente de su carrera que de encontrar el amor y el sexo. Todas, aunque alguna no lo sepa o no quiera saberlo, buscan casarse con un buen hombre. Luego está Stanford, el amigo gay que busca lo mismo que ellas, con muy mala suerte. A quienes no hayan visto la serie, les recomiendo que lo hagan. La ponen en el Cosmopolitan.
Qué placer estar en el sofá con F. tumbado, su cabeza en mis piernas, yo acariciándole su cocoliso, mientras vemos la tele. Es el mejor plan para un domingo por la tarde.
Me han regalado el DVD de ¡Vivan Los Novios! Una de mis películas favoritas de las que ya hablé aquí. Ni siquiera sabía que lo habían sacado. Hay sido toda una sorpresa. Se me acumulan los DVDs que ver con F.