CUARENTÓN

Hoy cumplo cuarenta años. Suena muy redondo, muy contundente. Ya soy un cuarentón, que suena mucho peor que el treintaiñero que era ayer. Para mí no hay mucha diferencia entre una década y otra. Mi vida se divide entre antes y después de F. Desde que está él, el tiempo pasa mejor, y no me preocupa que pase. Además, aparento muchos años menos, al menos cinco. Es un cumple tranquilo porque la semana pasada lo celebré con la familia, y la que viene celebramos cuatro cumpleaños, que nos vamos 10 a una casa rural en Monfrague. Esta noche hemos quedado R. para tomar alguna cosilla.

F. se quedó a dormir anoche. El pobre sigue tosiendo. En mitad de la noche le dio un ataque de tos, me despertó y se vino al sofá del salón. Por la mañana me dio su regalo: la caja de zapatos Manolos que contiene todas las temporadas de Sex In The City, mi serie favorita de esta década. 94 episodios en un pack de lujo. Yo, que tengo muy claras mis cosas favoritas, la elijo como la mejor para mí de estos últimos años, aunque no puedo elegir entre sus cuatro protagonistas porque son geniales las cuatro, tan diferentes, tan amigas y buscando todas los mismo, aunque alguna lo disimule, la estabilidad en el amor. Fue mi compañera Nuria quien me convirtió, dejándole las temporadas, que devoraba. El principio de la primera no está mal, pero es luego cuando empieza a enganchar por los personajes, las historias, los diálogos. Tiene un guión increíble, muy trabajado, muy ocurrente, muy divertido, y que hace pensar. Y, al igual que mi serie favorita de los 80, Las Chicas de Oro, es una gran serie sobre la amistad. Cuando vi el último episodio me dio mucha pena darme cuenta de que ya no había más, que a esas mujeres les iba a seguir pasando cosas y no nos lo iban a contar. A ver qué tal la película que están filmando ahora. Yo creo que estará a la altura o no la habrían hecho. En fin, que me ha hecho mucha ilusión. Es algo que tenía pendiente por comprarme.

Gracias a la acción conjunta de Lizipaina, Ibuprofeno y Couldina me encuentro mucho mejor, con tosecilla muy de vez en cuando. Espero que F. no me haya contagiado, y que los dos estémos en forma para el finde que viene, aunque ahora mismo acabo de estornudar...

Buenas noticias. Tengo entradas para dos de los seis conciertos de Morrissey en Londres en enero. Las entradas de los seis días duraron a la venta menos de una mañana. Menos mal que un amigo inglés se encargó de las mías. Además me he comprado el billete de avión, que lo voy a pagar con el dinero que me den mis amigos por mi cumpleaños. El año pasado también me regalaron un billete para ir a verle en el puente de diciembre. ¡Ojalá se convirtiese en una tradición!

En el trabajo todo más tranquilo desde que ya corregimos y dimos las notas. Han seguido rodando la serie de éxito en el campus. Una de las actrices es la hija de una gran cantante. Me entraban ganas de acercarme a ella y decirle: "Hola. Me encanta tu madre. Mira llevo tres canciones suyas en el ipod y me gustaría hacerle una a ella", pero evidentemente no lo hice. Esta semana mi alumna de Jerez me soltó una frase que me dejó petrificado. Uno piensa que después de 17 años de experiencia lo ha oído o visto todo, pero no. Me dijo: “when I was 8 years o’clock”. Sus compañeros se empezaron a reír, de buen rollo. Yo no. Tuve contenerme para no preguntarle con guasa: "What time are you?". No me hace gracia que alguien que lleva toda su vida estudiando inglés, cometa ese fallo tan básico con veinte años. Lo reconozco: según cumplo años tengo menos paciencia o menos humor para el trabajo.