martes, septiembre 02, 2008

LIBROS

El colegio nuevo me da buen rollo, pero claro solamente por agravio comparativo con el anterior eso es fácil. Es grande, laberíntico y a simple vista se nota que hay buen ambiente. Espero no equivocarme y que las primeras impresiones no sean engañosas. Se me hace raro ir sabiendo que voy a estar temporalmente. El hecho de que vaya a estar tres meses no juega a mi favor de cara a los alumnos, pues saben que estoy de paso y eso les puede llevar a pasar de mí.

Como os decía en un post anterior estos días es cuando he estado más relajado. Incluso he leído en casa, cosa que sólo suelo hacer en transporte público. He terminado un libro que se llama Nature Girl de Carl Hiassen, de quien he leído varias novelas y son muy divertidas e irónicas; retratan una Florida y unos personajes que te enganchan desde la primera página. Y ayer empecé Red Carpets And Other Banana Skins, el libro de memorias de Rupert Everett, un actor que siempre me ha parecido interesante desde que vi Another Country. Me ha hecho reír en el metro. Cuenta con mucha gracia y finura vivencias curiosas que han forjado su personalidad. Trochante su primera vez en el cine, viendo Mary Poppins. Interesante sus reflexiones acerca de la educación en Gran Bretaña. Inquietante su inmersión en el sexo y la prostitución cuando era adolescente. Me lo compró F. en el aeropuerto de Helsinki y acertó. He leído pocas biografías. Recuerdo que me pasaron la de Boy George, Take It Like A Man, sorprendente, enganchante, altamente recomendable, que tuve que acabar del tirón.
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Otra actividad que hago religiosamente desde agosto es ver Ven A Cenar Conmigo en Antena 3, el mejor concurso desde Confianza Ciega. Por si no lo habéis visto trata de cinco desconocidos que preparan menús y cada día se cena en casa de uno de ellos. Fingen caerse bien, pero hay unos piques muy divertidos y se aprende a hacer platos. Por cierto, el viernes preparé unos fideos chinos con gambas, calabacín, huevo y pimiento y zanahoria que quedaron riquísimos. Los fideos están disponibles en cualquier gran superficie. Se rehogan los ingredientes, por separado, ya que necesitan tiempos diferentes. Para los fideos, se pone agua con sal a calentar y cuando hierva se apaga y se echan los fideos, removiendo de vez en cuando durante 3 o 5 minutos, vertiendo un aceite y polvos que vienen en el paquete. Se escurren, se dejan al aire unos minutos, y se rehoga todo junto, añadiendo salsa de soja.


Dice Benicio Del Toro en http://www.elmundo.es/ "quien tiene una camiseta del Che entiende su esencia". Dios mío, qué ignorancia. En París y en muchos sitios, venden camisetas en las que pone el nombre del lugar junto con el careto del Che. Estos chavales que la llevan y queman contenedores en contra de las manifestaciones del 20-N también seguro que entienden su esencia. Por no hablar de gays alternativos, esos que llegan lucen horroros pañuelos palestiños de colores, que se ponen una camiseta del Che y supongo que ignoran lo que hacía con los gays en Cuba.

1 comentario:

Pedro Luis Barbero dijo...

Gran apreciación la tuya con las camisetas del Che. Nunca he entendido a los gays que apoyan el régimen cubano. ¿Ignoran que allí se encierra a la gente ser homosexual? ¿Se puede ser de izquierdas (o llamarse así) y mirar hacia otro lado ante actitudes como estas?

Al final (y al principio) a todas las dictaduras militares (ya sean de derechas o de izquierdas) o teocráticas actúan de la misma forma: la bandera arcoiris no es de sus favoritas.

Saludos