Uno de mis compañeros, mejor dicho mis excompañeros, se ha comprado un piso en aquí. Se casa este verano. Es ingeniero y da clases de matemáticas y tecnología. Los viernes nos volvíamos juntos al pueblo porque él y su novia pasan los fines de semana en su flamante piso nuevo. Digo “excompañeros” y “volvíamos” porque ha dejado el colegio. Ya me comentó hace tres semanas cuando íbamos en el tren que estaba harto, que no aguantaba más, que lo mismo el lunes se iba. Yo le apoyé lo que pude. Le dije que sé por experiencia lo que es no aguantar más en un trabajo que se lo pensase bien, que le comprendía. Durante aquel fin de semana se calmó y no se marchó. El pasado martes tuvimos otra reunión con el don, igual a la que describí hace dos posts, durante la cual este excompañero fue repetidamente humillado delante de todos porque sus alumnos no habían acabado de pasar las encuestas acerca del colegio a formato digital, tarea ardua porque son muchísmos datos y los alumnos, con toda la razón, se niegan a hacerlo. Así que cuando el martes llamé a F. al salir de esa reunión le comenté que me imaginaba que E. al día siguiente presentaría su baja voluntaria. Así fue. Él siempre llegaba el primero al colegio y yo el segundo. Me lo comunicó, se lo fue comentado a todos, que mostraban su sorpresa y a la vez su comprensión. Y eso que se va sin tener un trabajo, a punto de casarse. Parece que un amigo le va a ofrecer una cosilla de poca monta en breve. Simplemente no aguantaba más. El jefe de estudios, un bendito, le despidió con mucho cariño y le dijo delante de todos que le entendía perfectamente. Después me dijo a mí que sabía que nos íbamos a ir yendo uno tras otro. “Tú serás el próximo”, me dijo. E. ni siquiera se despidió de la toooooonta de la directora. Le dejó su carta de renuncia y hasta nunca. Ha sido muy triste porque es un buen tío, un buen profesor, y ha sido el colofón a una temporada bastante mala. Yo le informé hace semanas de la apertura del cole nuevo en nuestro pueblo y, quien sabe, lo mismo volvemos a ser compañeros algún día. Los dos hemos mandado el CV.
Mañana con los alumnos al Parque de Atracciones. ¡Qué rollo!
Fuimos a ver a Los Ginkas el viernes pasado. Me lo pasé genial. Os pongo video de una de sus canciones.
Mañana con los alumnos al Parque de Atracciones. ¡Qué rollo!
Fuimos a ver a Los Ginkas el viernes pasado. Me lo pasé genial. Os pongo video de una de sus canciones.
Marte retumba/fiesta en la jungla/todos a una/fiesta en la luna
Ya hemos estrenado el wok que le regalaron a F. ¡Qué rico!
5 comentarios:
Lo de la enseñanza se está convirtiendo en una jungla. Ya no es sólo que los alumnos estén o no motivados o pasen directamente, sino que encima aguantar a los que mandan (y aún más en el caso de un colegio concertado o privado). La verdad es que tiene que gustarte mucho. Ánimo ;)
La cuestión es la de siempre: a jefes llegan algunos que no deberían tener ni derecho a abrir la boca en su casa.
El wok salió riquísimo.
Qué buena pinta el Wok
Lo otro, una verdadera pena
Para pena que se vayan los buenos...
Entiendo que tu compañero ha meditado mucho su decisión, pero por experiencia te digo que no hay nada peor que estar a disgusto en un trabajo.
Lo de los jefes capullos debe ser contagioso, coño, porque mira que yo conozco unos cuantos.
Y con respecto al wok, ya nos enseñarás una foto del lugar en el que lo guardas. A ver si logras convencerme de que no es un chisme odioso.
Pernam:
Jajajaja. ¡No he podido guardar el wok con el resto de los cacharros! Encontré un sitio en el armario de las toallas y manteles.
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