lunes, septiembre 28, 2009

"I WEAR BLACK ON THE OUTSIDE CAUSE BLACK IS HOW I FEEL ON THE INSIDE"

Espero que este Gobierno siga adelante con su intención de prohibir fumar en los sitios públicos. Pero antes de seguir deberían conseguir que de verdad se respete la que ya hay vigente. Hoy mismo, en el andén de Renfe Puerta de Arganda-Vicalvaro y Atocha había muchas personas fumando. Están al aire libre, pero llenas de gente y su humo perjudica y molesta, en ese orden. Es algo claramente en beneficio de todos, que la gran mayoría desea. Pero aquí al final los no fumadores acabamos cediendo ante los que fuman Qué bueno este verano en Estados Unidos, todos los restaurantes sin humo.

Vimos Inglorious Bastards. Fuimos con Nuria y Patrik a uno de esos megacines de veinte salas, aunque curiosamente en este ponen películas en V.O. Esta película es mucho mejor verla así. Yo lo prefiero siempre, lo que pasa es que por comodidad acabamos yendo al cine al lado de casa, y muchas veces uno no lo ve como una obligación por el tipo de película o los actores. En este caso en que hablan en francés, alemán e inglés, y que hay escenas basadas en el idioma y su acento, me parece fundamental. Nos encantó la película. Tenía mucha curiosidad por ver una de guerra pasada por la trituradora de Tarantino. Me gustaron esos diálogos largos e inquietantes. Se divide en capítulos que son escenas muy largas, nada aburrida. El argumento se sostiene gracias a esa técnica de los capítulos y el final me gustó bastante. Todos tienen un bien final, aunque casi todos acaben muy mal. Otro punto a su favor es saltarse la Historia, pero no doy detalles al respecto porque no quiero ser spoiler. Los actores están sembrados, sobre todo Christoph Waltz, a quien estoy convencido de que veremos frecuentemente a partir de ahora. Brad Pitt haciendo de palurdo también destaca. Y ellas dos están estupendas. Después del cine cenamos en El Té Oriental, uno de nuestros restaurantes favoritos, en c/ López de Hoyos, 446, sitio muy recomendable aunque algo ruidoso.

En el cole sigo bien. De los ocho grupos hay uno que me están tocando un poco los cojones porque son muy habladores, aunque creo que es cuestión de unos días, probablemente cuando empecemos a entrar en materia la cosa cambie. Estos días es obligatorio hacer un examen de nivel porque lo ordena la Comunidad de Madrid, y con ello aprovechamos para repasar.

He tardado en actualizar esto por culpa de la corrección de esos dichosos exámenes y porque me he tragado toda la primera temporada de True Blood online. Es muy enganchante. Y:


No me apetecía NADA ir a la boda a Jerez el pasado fin de semana. Ya me libré de una en agosto. Me temo que esta vez tenía que cumplir. Me gustan las bodas y este primo me cae bien. Lo que pasa es que menuda pereza ir en coche hasta allí, 600 kilómetros, para pasar un día. Con las ganas que tengo de que llegue el viernes y estar con F. La boda no estuvo mal, empezó a las 12 y a las 10 de la noche empezaron los bailes y a sacar montaditos. Eterno. Tengo que admitir que fue una boda emocionante. Yo en las bodas soy de lágrima fácil.

No me puedo ir sin comentar el tema Las Hijas de ZP. Ni que decir tiene que se pueden vestir como quieran, aunque es un tanto chocante que una niña de trece años pertenezca a un cult, que dirían los ingleses. Sin embargo, me parece que hay un protocolo que deberían seguir si se unen a una visita oficial. No van a la boda de un pariente. Hubiese sido fácil evitar el cachondeo que han protagonizado estos días. Nadie les exigía que se ataviasen como las infantas, ni que abandonasen el color negro. Y desde luego Zapatero y su equipo pecaron de ingenuos si pensaban que al hacerse la foto con Obama la cosa iba a pasar desapercibida.

domingo, septiembre 13, 2009

Belenistas

Sigo aclimatándome al colegio nuevo. Mantengo mis buenas impresiones en general. Espero que cuando el miércoles empiecen las clases continúe pensando igual. He probado a ir en el tren de cercanías y parece que tardo menos que en el metro. Algo que no me gusta es que no hay casi personal de secretaría, lo cual nos obliga a encargarnos de papeleo que no nos corresponde, pero bueno, mientras sólo sea eso…

Como cada fin de semana hemos ido a ver a Maruja a la residencia de Galapagar. Su familia apenas va. Nos dijo que vernos “le da la vida”. Cuando llegamos le estaba hablando a otra viejecita de nosotros, que me dijo que habla mucho de mí. Esta vez no ha llorado, pero la pobre sigue allí fatal. Su rechazo es tal que se inventa una realidad paralela de todo lo que allí le rodea. Por ejemplo, que las gafas o la dentadura que lleva no son las suyas, o las relaciones sexuales que dice sufrir y ver a diestro y siniestro.

El viernes pensábamos ir a ver Distrito 9. Sin embargo, ante la polémica suscitada por el Defensor del Menor decidimos quedarnos en casa para ver Sálvame. En Jerez y en muchas otras partes de España belenistas son los aficionados a los belenes, que hacen verdaderas virguerías, se lo toman muy en serio y participan en concursos. Ahora la mayoría de España es belenista por Belén Esteban. Hay mil cosas cada día en las noticias que escandalizan, más importantes que la vida de Belén Esteban, pero esta noticia tiene lo suyo. Para empezar es vergonzoso que el Defensor del Menor ocupe su tiempo y sus medios en este caso en vez de otros muchos más graves. Además, ha filtrado o ha dejado filtrar el asunto a la prensa enemiga de Tele 5, que se han saltado a la torera la recomendación de dicho Defensor, Arturo Canalda, que decía que no debería airearse ese toque de atención a Belén Esteban para no perjudicar a la niña. No estoy diciendo que La Esteban haga bien cada día en su programa, pero está claro que hay famosos que sacan a sus hijos y cobrar por ello repetidamente, vamos que no es la única. Todo este asunto al final se les ha ido de las manos y lo único que van a conseguir es que Belén Esteban salga fortalecida y aún más gente vea los programas en los que sale. Les ha salido el tiro por la culata. España puede que permita que ZP suba los impuestos, que siga adelante el Estatut de los cojones, que a los delincuentes adolescentes de Pozuelo les castiguen sin postre. Pero España no permitirá que a Belén le quiten a Andreita y se vaya a vivir con esa bruja de la Campanario. España es así.

Hemos ido hoy a ver Distrito 9. Nos ha gustado bastante. Es muy original e inquietante. Me gustaría que hubiese una segunda parte. Se acumulan películas porque la semana que viene se estrena Inglorious Bastards (ya hemos quedado para verla) y hoy han anunciado en l cine unas cuantas que tenían buena pinta, como una de zombies en clave de humor que se titula Zombieland. Cada vez más prefiero ir a ver películas por puro entretenimiento o espectáculo, y menos películas indies o raritas. Me ha dicho mi hermana que El Mapa de los Sueños de Tokyo es un truño total. Me imagino que debe ser gafapastismo en estado puro.

jueves, septiembre 10, 2009

BODA!!

Desde aquí felicito a nuestro amigo Starfighter y su inminente marido. ¡Larga vida y prosperidad juntos! Seguro que todo saldrá fenomenal. Besos.

jueves, septiembre 03, 2009

Carmel-San Francisco

Hoy he seguido corrigiendo exámenes de chicos y chicas que no conozco, lo cual me da muy mal rollo cuando sacan un tres y pico, porque no sé si se merecen una ayudita o no. Tened en cuenta que un 4,5 es ya aprobado y que alguien tiene que aprobar… Ya veremos como se da la evaluación de la semana que viene y la revisión/protestas. Por lo que he podido ver abunda el alumno de pelo rapado por los lados y piercing en la oreja, así como alumna con cardado y piercing en el labio superior, o sea como en cualquier barrio de clase media. En los coles del curso pasado estaban prohibidos.

La parada turística camino de Carmel es el Castillo Hearst. Se trata de una casa enorme, más otras pocas para invitados (un total de 56 habitaciones) y demás instalaciones (piscinas, tenis, zoo privado más grande del mundo, cine, aeródromo...; 160 km2), que construyó Hearst, un magnate de la prensa rico riquísimo. Hace ya muchos años fue cedido a las autoridades. El multimillonario se dedicó a levantar este palacio, comprar antigüedades a diestro y siniestro e invitar a la flor y nada del mundo del cine y la política. Es una excursión muy curiosa.

La piscina exterior e interior imitan a las de la antigua Roma:


El edifcio principal:

La nieta de Hearst fue raptada en los 70 por el Symbionese Liberation Army, un grupo de estudiantes de San Francisco de ideología marxista-leninista ultraortodoxa que estaban como cabras. Ella acabó uniéndose a ellos, atracando bancos, terminó en prisión, alegando después en su defense que le lavaron el cerebro. El gobierno finalmente le concedió el perdón.

Legamos a Carmel algo cansadillos. El hotel también era muy bueno, con pista de golf propia. Una de las chicas tenía que lavarse el pelo y la otra teñirse. F y yo nos fuimos a dar una vuelta por este embarcadero:


F en el embarcadero:

Según íbamos por el embarcadero diferentes restaurantes nos ofrecieron como reclamo clam chowder, que es una crema de almejas super rica. Nos fuimos después a Carmel by the sea. Es un pueblo a 10 minutos, muy turístico, muy pijo, lleno de restaurantes finos y galerías de arte. Como era tarde, estaba todo cerrado. Volvimos a recoger a los demás, que ya habían acabado con la peluquería y salimos a cenar delicioso pescado al restaurante que nos había dado a probar el mejor chowder.

Esta foto es de una de las galerías de Carmel by the sea. Sin palabras.

Ya había ganas de llegar a San Francisco. Tardamos unas tres horas. Nuestro hotel de nuevo estaba fenomenal, muy recomendable, enorme y en pleno centro. Tras dejar las maletas a toda prisa fuimos a dejar el coche antes de la 1. Allí estuvimos cuatro días. En el otro viaje fuimos andando a todas partes, lo cual es una locura porque SF está sobre colinas y son todo cuestas. Siempre digo que nunca he andado más en mi vida que entonces. Primero vimos los alrededores del Hotel Parc 55, donde estaba el hotel de la serie Hotel y un montón de galerías de arte de lujo con cuadros de Picasso, Dalí, Miró... Estoy hablando de docenas y docenas de cuadros, entre los cuales estaba Chagall, que ME ENCANTA. El más barato costaba 2000 € y me lo hubiese comprado de buena gana, ese o alguno más caro, porque me parecía muy buen precio. Las cosas son como son, uno vive al día y ahorra para vacaciones y caprichos, pero no un capricho tan caro.

Chinatown merece la pena. Hay tiendas tipo bazar, de ropa y complementos, de arte, además de comida curiosa. Ahí tenéis un cubo lleno de ranas vivas.



Compramos un segundo cuadrito de un chino llamado Zhan Yian. Es una acuarela mezcla Matisse y Modigliani, salvando las distancias, claro. Una preciosidad. Le haría una foto, pero como soy un ansioso ya los hemos llevado a enmarcar junto con otro de otro chino que compramos en un puesto. Estoy deseando ponerlos. No los colocaré juntos porque no quiero poner el rincón chino en casa... Además está el que compramos en Santa Barbara de una tal Gene Inglis-Ward.

En el Pier 39 hay tiendas, restaurantes (repetimos pescado y chowder) y focas. Hace mucho venían cada año hasta que un buen día decidieron quedarse.

The Palace Of Fine Arts:


El Golden Gate impresiona.

Lo mejor de SF es ir mirando las casas. Todos los barrios son peciosos y cada uno tiene su aire.




Estas son muy famosas porque se ve detrás buena parte de la cuidad. Además las usaban en la prescincible Padres Forzosos.

El último día F y yo nos fuimos solos por ahí porque los demás prefirieron quedarse de nuevo cerca del hotel. Cogimos el tranvía hasta Castro, el barrio del mariconismo, que no es gran cosa comparado con los otros.

El famoso cine:

... en el que ponían Ingloriuous Bastards (que me imagino que veremos la semana que viene) además Mary Poppins en sesión sing along, o sea lleno de maricas que cantan a todo pulmón su banda sonora junto a su adorada Julie Andrews. Hmmm, interesante....

Un buen consejo:


Casa en Castro:

Desde Castro cogimos un bus hasta Twin Peaks, que es dos montañitas en la cima de la ciudad desde donde se divisa una vista de 360 grados. Merece la pena. Además se tarda muy poco. Yo soy el de la derecha.

Después volvimos a Castro, caminamos unas calles y ya estábamos en el barrio de La Misión. Sólo vimos la iglesia por fuera porque habíamos quedado con el resto para comer. Llegamos unos minutos tarde porque nos bajamos del tranvía cuando reconocí una tienda en la que compré vinilos hace diez años, frente a nuestro hotel de entonces. Se llama Grooves y es una maravilla. Compré uno de Petula Clark y otro en directo de Dionne Warwick en Paris en el que canta con Sachá Distel. Por la tarde en otra llamada Rasputin me compre 8 LPS por 4,50 dólares. F. dice que le gusta la cara que pongo cuando veo discos, jejejeje, y me pica con que ahora el plato me falla y no puedo oirlos. Pienso comprarme otro de esos que pasan las canciones a mp3. Me compré vinilos de Petula Clark (otro), Herb Alpert, Johnny Mathis, Sinatra, el musical de Oliver con el cast original de Broadway (me encanta sobre todo Where Is Love) y el de My Fair Lady con Rex Harrison y Julie Andrews, o sea el cast original. A Julie no le dieron el papel porque tenía poca experiencia en la pantalla. Por si no lo sabéis, Audrey no canta en la película.
Y colorín colorado, este viaje se ha acabado. Antes de lo que nos demos cuenta estaremos pensando dónde ir el verano que viene. Siento la llamada de Ásia...

En la cama con M (en Pismo Beach)

He ido al cole terminando A Girl Called Mary, un libro de Kris Kirk que recopila sus artículos acerca de música y entrevistas para revistas gays, desde Marc Almond a Jayne County pasando por Pet Shop Boys, Village People o Dusty Springfield. Es muy recomendable. El profesor saliente ha llegado dos horas tarde con lo que me he comido el marrón de corregir exámenes de alumnos que no han sido míos. Están fatal. Ya he terminado los de 3º y 4º de la ESO y han aprobados dos porque he levantado la mano. Había unos cuantos exámenes en blanco, literalmente. Los de 4º son los más problemáticos porque alguno no podrá pasar a Bachillerato (que en este colegio no hay).
Lo dicho: LA merece la pena si te gusta el cine de manera que te haga ilusión las huellas en la acera, las estrellas en el Walk Of Fame y el resto de la parafernalia hollywoodiense. Si no, es mejor ir directamente a San Francisco o dedicarle más días a alguna playa californiana. Por la tarde fuimos a Beverly Hills y Rodeo Drive, donde impera el lujo y ni que decir tiene que no compramos nada. Después cenamos en una crepería de Santa Mónica, que tiene buen ambiente nocturno. Hay que añadir lo bien que te tratan en la hostelería en EEUU, probablemente porque buscan merecerse la propina (service, tip o gratuity) que es obligatoria. Es un sistema que me parece fatal. Cobran muy poco y dependen del cliente, o sea que al final cargamos con pagar algo que no deberíamos. Pero bueno, dejábamos siempre la propina establecida. Unas pocas veces ya te viene incluida en la cuenta y añaden lo que les da la gana. Vamos, que es un sistema que no compartíamos pero que respetamos y cumplimos como buenos visitantes.


Al día siguiente partimos hacia Pismo Beach con parada en Santa Barbara, población que nos encantó por su tranquilidad, sus casas… Entramos por casualidad al Juzgado y flipamos. Pensábamos que era La Misión. Paseamos un rato por sus calles, donde en una galería de arte compramos nuestri primer cuadrito de este viaje. Me encanta entrar en las galerías y comprar algún cuadro, es lo que más me gusta comprar cuando estoy de viaje, el mejor souvenir que puedo llevarme a casa. Después visitamos La Misión. Hay que ver la red de misiones que construyeron con lo chungo que debía ser desplazarse en aquella época.
En mi viaje anterior no estuvimos (hablo en plural porque de los cinco que íbamos tres estuvimos juntos allí hace diez años) en ninguna playa del Pacífico. Teníamos muchas ganas. Nos alojamos en el Castle Sands, un hotel fabuloso. Yo nunca había estado en un hotel en el que te diesen albornoz. Tengo la manía de hacerme fotos en la cama de los hoteles chulos. Ya tengo muchas, así que podría publicar un libro en plan En La Cama Con M. El hotel estaba literalmente al borde de una playa espectacular, con el típico pier de madera que no se estila en España. Nos limitamos a caminar por la orilla y el pier, y tomar el sol, porque era imposible bañarse con lo fría que estaba el agua. Las dos chicas querían ir a un outlet que había al lado, así que allí nos dirigimos. La única tienda que merecía la pena fue la de Levis. Fuimos a cenar a San Luis Obispo, donde había menos ambiente del que esperábamos.

Yo sobre el Pacífico:

miércoles, septiembre 02, 2009

Siempre quise ir a LA...

El trayecto entre el Gran Cañón y Los Angeles fue el único largo. Lo de tener cruiser en el coche es un gran invento. No sé porqué se venden pocos coches automáticos en España. Si yo tuviese dinero me comparía uno pequeño y automático. Llegamos a nuestro motel de Los Angeles (Hollywood City Inn), que estaba bien situado, por la tarde y pronto salimos a dar una vuelta por Sunset Bulevard, que estaba al lado. Pasamos por la tienda de música Amoeba, que es enorme, apabullante, por lo que decidí no pasar para no hacer esperar a mis compañeros de viaje. Unos días más tarde entré a la de San Francisco, cuando iba solo con F. Seguimos y enseguida llegamos a Cat & The Fiddle, un pub/restaurante tipo inglés al que van celebrities. Es un sitio bonito, bueno y barato. Cenamos en un patio.

Al día siguiente fuimos a ver las letras de HOLLYWOOD en la colina. Se ven desde lejos. Después fuimos al Observatorio Griffith, que nos gustó mucho. Es donde se rodaron escenas de Rebelde Sin Causa, como la de la pelea de cuchillos. Yo encantado de estar allí porque soy fan de la película. Es un edificio bonito y tiene muestras interesantes, además de las vistas sobre la ciudad. Ah, y una tienda con cosillas muy curiosas. Después fuimos al centro, aparcamos (sin coche te mueres de asco) y caminamos por el Walk Of Fame. En esa calle está el famoso mural (un poco feo) y muchas tiendas para turistas. Me hice fotos en seis estrellas, como estas de Betty White y Dionne Warwick. El Kodak Theatre no es gran cosa. El Teatro Chino si es bonito y está junto a donde las estrellas ponen sus huellas y firman. Si no te gusta el cine o te emocionan esas cosas de fan, puedes evitar Los Angeles porque no hay gran cosa. Es una ciuadad destarlada. Eso sí, si conduces media hora a Beverly Hills y otros quince minutos a Santa Monica, la cosa cambia, pero lo que se dice Los Angeles y Hollywood no es nada bonito. Me quedé con ganas de visitar algun estudio. La próxima vez será. Cuando uno viaja en grupo hay que adaptarse a la mayoría y ya está.


martes, septiembre 01, 2009

GRAN CAÑÓN

Ayer fui al colegio nuevo. Hoy he vuelto a ir a llevar documentación. Mañana estaré con el profesor saliente para que me detalle cosillas y me pase el material. Me parece que voy a estar bien allí. La directora me ha dado buena impresión, así como lo poco que he visto. Al ser un colegio pequeño está todo más controlado. Seré el único profesor de inglés de la ESO, o sea que el departamento de inglés soy yo mismo con mi organismo. Si uno se lleva bien con los compañeros se puede compartir trabajo y es mejor. Yo prefiero trabajar en grupo para repartir tareas, resolver dudas, etc. Aquí seré yo solito para todo, para bien y para mal.

Hace 10 años fui al Cañón por el norte. Este año fuimos por el sur y creo que es mejor por así. Aunque haya más gente, hay más miradores para poder disfrutar de las vistas increíbles, y se ve más infinito. Por el norte se ve más precipicio. Nos alojamos en el Red Feather Lodge, muy recomendable, a pocos minutos del Parque del Gran Cañón. Llegamos al motel y nos fuimos pitando a ver el Cañón, que era su hora, ya que al atardecer es cuando más gamas de color hay. Flipamos.

Las fotos NUNCA pueden hacer justicia al Cañón. Simplemente hay que ir a verlo.

Hemos comido en general bastante bien. En mi otro viaje a Estados Unidos, que fue más de parques nacionales llegando hasta Yellowstone e íbamos por más carreteras secundarias, comimos peor. Esta vez teníamos más opciones que una hamburguesería a un lado del pueblo y una pizzería al otro. Incluso hemos ido a dos japoneses. Pero esa noche elegí mal al pedir unas quesadillas de salmón ya que tenían tres trozos y el resto era un festival de cebolla. Yo no puedo con la cebolla y odio que me digan "pero pruébala", como si fuese la primera vez que la veo en un plato. Aunque Sonia me lo cambió por su sandwich de bacon y queso, yo ya tenía mal cuerpo. Al acabar de cenar F y yo nos dimos un paseo para airarme durante el cual nos encontramos con unos veinte ciervos que estaban tan campantes en el parking de una hamburguesería. Y después con uno desperdigado que iba por nuestra acera y no se quitaba al vernos venir hasta que estuvimos a dos metros.

EN LAS VEGAS

Lo dicho: en NYC nos dedicamos pasear de lo lindo por sus avenidas, visitar sus más famosos edificios, ir al MOMA a ver arte moderno y hacer algunas compras. En cuanto a las compras, las guías aconsejan ir a Century 21, cerca del Puente de Brooklyn. No nos pareció gran cosa a no ser que quieras comprar complementos o maletas, pero no ropa. Lo mejor para mí fue la tienda de HBO donde me compré varias cosillas de Sex & The City.

El vuelo a Las Vegas dura 5 largas horas. Al menos seguimos ganando tiempo al reloj. Es frecuente que en los aeropuertos de Estados Unidos el alquiler de coches esté en un edificio enorme aparte, al cual hay que ir en un autobús gratuito. Allí todo es a lo grande. Teníamos un Toyota Sienna, pedazo de coche con tres filas de asientos, de las cuales ocupábamos dos porque el de en medio de la segunda era muy cómodo. Así que atrás cabía de sobra el equipaje y las compras. Las Vegas es sofocante, pero su ambiente, su estilo, su mezcla de lujo y hortera merece la pena. Ya había estado hace 10 años y espero volver. Estábamos en el Flamingo, uno de los hoteles más emblemáticos. Esta era nuestra habitacion De Luxe, que fue muy barata. Y F en la puerta del hotel.


Yo nunca había estado en un hotel en el que las cortinas se mueven al toque de un botón, ni que tuviese una televisión incorcoparada al espejo del baño. En Las Vegas básicamente lo que se hace es entrar a los hoteles y ver sus casinos y sus tiendas, porque cada uno es un mundo self-contained y diferente. Algunos como el Treasure Island o el Venetian tienes espectáculos en su fachada. El Venetian tiene canales por dentro en los que puedes ir en góndolas manejados por gondoleros que cantan ópera. El New York tiene una Estatua de la Libertad que mide la mitad que la original. Yo me hubiese quedado un día más para ver otro musical, visitar el museo de Liberace, etc.

Yo en los jardines del Flamingo con los flamencos de mentira:

Yo con los flamencos de verdad:


Interior de la zona de tiendas del Venetian:

Interior de la zona de tiendas del Caesars Palace: