domingo, septiembre 13, 2009

Belenistas

Sigo aclimatándome al colegio nuevo. Mantengo mis buenas impresiones en general. Espero que cuando el miércoles empiecen las clases continúe pensando igual. He probado a ir en el tren de cercanías y parece que tardo menos que en el metro. Algo que no me gusta es que no hay casi personal de secretaría, lo cual nos obliga a encargarnos de papeleo que no nos corresponde, pero bueno, mientras sólo sea eso…

Como cada fin de semana hemos ido a ver a Maruja a la residencia de Galapagar. Su familia apenas va. Nos dijo que vernos “le da la vida”. Cuando llegamos le estaba hablando a otra viejecita de nosotros, que me dijo que habla mucho de mí. Esta vez no ha llorado, pero la pobre sigue allí fatal. Su rechazo es tal que se inventa una realidad paralela de todo lo que allí le rodea. Por ejemplo, que las gafas o la dentadura que lleva no son las suyas, o las relaciones sexuales que dice sufrir y ver a diestro y siniestro.

El viernes pensábamos ir a ver Distrito 9. Sin embargo, ante la polémica suscitada por el Defensor del Menor decidimos quedarnos en casa para ver Sálvame. En Jerez y en muchas otras partes de España belenistas son los aficionados a los belenes, que hacen verdaderas virguerías, se lo toman muy en serio y participan en concursos. Ahora la mayoría de España es belenista por Belén Esteban. Hay mil cosas cada día en las noticias que escandalizan, más importantes que la vida de Belén Esteban, pero esta noticia tiene lo suyo. Para empezar es vergonzoso que el Defensor del Menor ocupe su tiempo y sus medios en este caso en vez de otros muchos más graves. Además, ha filtrado o ha dejado filtrar el asunto a la prensa enemiga de Tele 5, que se han saltado a la torera la recomendación de dicho Defensor, Arturo Canalda, que decía que no debería airearse ese toque de atención a Belén Esteban para no perjudicar a la niña. No estoy diciendo que La Esteban haga bien cada día en su programa, pero está claro que hay famosos que sacan a sus hijos y cobrar por ello repetidamente, vamos que no es la única. Todo este asunto al final se les ha ido de las manos y lo único que van a conseguir es que Belén Esteban salga fortalecida y aún más gente vea los programas en los que sale. Les ha salido el tiro por la culata. España puede que permita que ZP suba los impuestos, que siga adelante el Estatut de los cojones, que a los delincuentes adolescentes de Pozuelo les castiguen sin postre. Pero España no permitirá que a Belén le quiten a Andreita y se vaya a vivir con esa bruja de la Campanario. España es así.

Hemos ido hoy a ver Distrito 9. Nos ha gustado bastante. Es muy original e inquietante. Me gustaría que hubiese una segunda parte. Se acumulan películas porque la semana que viene se estrena Inglorious Bastards (ya hemos quedado para verla) y hoy han anunciado en l cine unas cuantas que tenían buena pinta, como una de zombies en clave de humor que se titula Zombieland. Cada vez más prefiero ir a ver películas por puro entretenimiento o espectáculo, y menos películas indies o raritas. Me ha dicho mi hermana que El Mapa de los Sueños de Tokyo es un truño total. Me imagino que debe ser gafapastismo en estado puro.

2 comentarios:

Justo dijo...

He acabado saturado de algunos aspectos de la vida francesa.. pero te aseguro que voy a echar de menos las televisiones -aunque apenas las viera- porque todo lo que se da aquí, allí no existe.. no creo que haya en el mundo otro país, ni siquiera Italia, que haya llevado tan lejos los extremos del telecotilleo como nosotros.. a mí no me hace ninguna gracia, me da vergüenza, porque eso lo impregna todo, ya habrás notado que a veces los alumnos -yo tb soy profe- se comportan como si estuvieran en uno de esos programas, imitan sus modos.

No me gustó nada la película de Coixet..

Pedro Luis Barbero dijo...

Lo peor del fenómeno de la Esteban es que un personaje tan burdo, maleducado y gritón se denomine La voz del pueblo. Si eso es pueblo, entonces yo soy aristocracia. No la soporto, simplemente. Creo que representa la España más negra y rancia.

De acuerdo con Justo, y apostillaría más. No ya los alumnos de cole o instituto, en la Universidad muchos estudiantes no quieren ser ya periodistas del corazón (lo cual no deja de sorprenderme), directamente quieren ser tertulianos (esto es, cotillas sin título).

Como decían en aquella serie: esto es lo que somos.

Que pena...

La España de ZP y Rajoy.