MENUDO CHASCO
Salgo mañana de viaje un poco disgustado. Resulta que el viento de anoche ha hecho que la valla que me pusieron en la terraza hace tres meses se venza hacia adentro. Casi toda presenta un aspecto alarmante y creo que si el viento se repite antes de que lo reparen podría caerse del todo. Es algo que no me esperaba porque me parecía que habían hecho un trabajo excelente y parecía muy resistente. Además el cerrajero que aseguró que no me preocupase. Al otro lado está el jardín de la residencia de ancianos y temía causar una tragedia. El viento de anoche fue una pasada. He leído en el periódico que los bomberos salieron a atender 250 actuaciones en dos horas y que la cubierta del Hotel Chamartín perdió su cubierta de 800 m2. Además se han caído toldos, cornisas, árboles y carteles entre otras cosas. Ahora me lo tienen que reparar y poner más barras de sujeción de las que ya hay y parecían suficientes. F vino enseguida esta mañana cuando se lo conté, para animarme un poco. Como nos vamos mañana, pues mi hermana se queda encargada de llamar a la cerrajería y estar pendiente. Espero que vengan cuanto antes y, sobre todo, que no haga mucho viento hasta que vengan a repararlo. Ahora mismo hace viento y no quiero ni mirar porque la valla se balancea... En fin, que menudo chasco. Entre el embrague del coche y la valla... Porque eso es otra, cuando venga del viaje tengo que ver qué cuesta la reparación del coche y ver si compensa seguir con él o no.
Ayer cenamos en el Wagaboo, un restaurante sobre todo de comida asiática alternativa muy rico y altamente recomendable. Hay dos por Chueca. Los tallarines le-mien con verduras están de muerte. Luego leímos que son la especialidad. Se ve por un enorme ventanal como un cocinero oriental hace la masa para dichos tallarines, a mano, amasando una y otra vez, y de nuevo amasando cuando ya se ha cortado en tallarines. Dicen que así luego coge muy bien el sabor, y de hecho fue lo primero que le comenté a F antes de leerlo luego. También me gustaron mucho los langostinos rebozados en fideos chinos con una salsa muy rica. Lo dicho, muy recomendable. Y precio razonable, pues pedimos 2 primeros, 2 segundos y 1 postre, más bebida y costó casi 42 €.
Ya tengo hecha la maleta. Sólo me queda meter las cosas de aseo mañana por la mañana. Creo que no me olvido nada. Ya os contaré qué tal.
Salgo mañana de viaje un poco disgustado. Resulta que el viento de anoche ha hecho que la valla que me pusieron en la terraza hace tres meses se venza hacia adentro. Casi toda presenta un aspecto alarmante y creo que si el viento se repite antes de que lo reparen podría caerse del todo. Es algo que no me esperaba porque me parecía que habían hecho un trabajo excelente y parecía muy resistente. Además el cerrajero que aseguró que no me preocupase. Al otro lado está el jardín de la residencia de ancianos y temía causar una tragedia. El viento de anoche fue una pasada. He leído en el periódico que los bomberos salieron a atender 250 actuaciones en dos horas y que la cubierta del Hotel Chamartín perdió su cubierta de 800 m2. Además se han caído toldos, cornisas, árboles y carteles entre otras cosas. Ahora me lo tienen que reparar y poner más barras de sujeción de las que ya hay y parecían suficientes. F vino enseguida esta mañana cuando se lo conté, para animarme un poco. Como nos vamos mañana, pues mi hermana se queda encargada de llamar a la cerrajería y estar pendiente. Espero que vengan cuanto antes y, sobre todo, que no haga mucho viento hasta que vengan a repararlo. Ahora mismo hace viento y no quiero ni mirar porque la valla se balancea... En fin, que menudo chasco. Entre el embrague del coche y la valla... Porque eso es otra, cuando venga del viaje tengo que ver qué cuesta la reparación del coche y ver si compensa seguir con él o no.
Ayer cenamos en el Wagaboo, un restaurante sobre todo de comida asiática alternativa muy rico y altamente recomendable. Hay dos por Chueca. Los tallarines le-mien con verduras están de muerte. Luego leímos que son la especialidad. Se ve por un enorme ventanal como un cocinero oriental hace la masa para dichos tallarines, a mano, amasando una y otra vez, y de nuevo amasando cuando ya se ha cortado en tallarines. Dicen que así luego coge muy bien el sabor, y de hecho fue lo primero que le comenté a F antes de leerlo luego. También me gustaron mucho los langostinos rebozados en fideos chinos con una salsa muy rica. Lo dicho, muy recomendable. Y precio razonable, pues pedimos 2 primeros, 2 segundos y 1 postre, más bebida y costó casi 42 €.
Ya tengo hecha la maleta. Sólo me queda meter las cosas de aseo mañana por la mañana. Creo que no me olvido nada. Ya os contaré qué tal.
1 comentario:
No te preocupes, que lo de la valla se arregla en seguida.
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