"... AND THEN I FOUND A JOB, AND HEAVEN KNOWS I’M MISERABLE NOW"

Cuando hay tanta gente sin trabajo, suena feo, casi obsceno quejarse del que uno tiene. Pero los ánimos que tenemos mis compañeros y yo para comenzar el curso están bajo mínimos. Tal y como os decía hace unos días, llega un momento en que te hartas y las cosas que te compensan dejan de hacerlo, y el día a día se hace cuesta arriba. Mi compañera la pedorra ha dejado 4 grupos de 7 porque ha empezado a trabajar en una editorial. Una profe nueva, americana, madura y con experiencia ha dejado sus tres grupos porque dice que no compensa económicamente, que las asignaturas de inglés legal y de negocios llevan mucha preparación, y que no está dispuesta, que va contra su dignidad. Se fue el viernes pasado y le dijimos que hacía muy requetebién, y nos dio envidia. Mi coordinadora lleva días haciendo entrevistas y no encuentra quien coja clases que ellas han dejado, tan mal pagadas y donde Cristo perdió la alpargata.

Yo hice una entrevista de trabajo en el único colegio privado de mi pueblo la semana pasada. Me dio buena impresión, pero me temo que no me han llamado. La verdad es que me quedé bastante chafado ya que no pude evitar hacerme ilusiones de trabajar a tiempo completo al lado de mi casa. El sábado me llamaron de un cole del centro de Madrid. Ya habíamos concertado una entrevista para hoy lunes cuando me dijo que la oferta era sólo de 12 clases. Les dije “gracias, pero no”. Entonces tras colgar pensé que si tuviese esas 12, más las 6 del cole de las monjas, que no estaría nada mal, me dejaría las tarde libres y dejaría de trabajar aquí en la Uni, donde ya estoy asqueado y tengo los días contados. Les devolví la llamada para decirles que si esas 12 horas no coincidían con las de las monjas, podría interesarme. Me dijo que miraría a ver si cuadraban y de ser así me llamarían de nuevo. En fin, que hay una desgana total en el departamento, que me cuesta horrores madrugar a las 6 para llegar aquí a las 8:30 y sentirme infrapagado. Creo además que esto se transmite en las clases, o sea que si uno está tan desanimado al final no rinde como deber ser. Lo siento por los alumnos, pero la ley del mínimo esfuerzo reina en el departamento. Estoy pensando que lo mismo me equivoqué y debería haberme quedado con mi anterior empresa, dando clases en Ministerios y compañías varias. Intento ser positivo, valorar que al menos no me falta trabajo, que he encontrado las clases con las monjas, pero me cuesta mucho.

Es genial que F haya estado aquí toda la semana para la oposición, y que le haya salido bien. Se queda hasta mañana martes, así que nos queda la noche de hoy para quedar un rato. Supongo que vendrá a cenar. Ha sido una semana de muchos nervios mientras esperaba la respuesta del cole, y él estudiaba y hacía su examen. El jueves vino a buscarme cuando salí a las 7:20. Me hizo mucha ilusión. Además estaba cansadísimo. Nos fuimos a cenar pizza. El viernes se quedó a dormir en casa, después de tantos meses. El sábado vimos Hairspray y lo pasamos muy bien. En el cine me encontré con un viejo buen ¿amigo? de la carrera y del fanzineo, de mis tiempos mozos, que salió de mi vida inexplicablemente. De esas personas que no tienes problemas con ellas pero se desligan de ti y cuando quieres darte cuenta ya no significan nada. Me contó su vida en 2 minutos y quiso tomar algo, pero me despedí sin informarle de la mía porque no creo que realmente le importe, y la vida es muy valiosa para dedicarle un minuto de mi tiempo a quien no le importo. La película es muy divertida, los actores están genial y las canciones con chulas. El sábado era la Noche en Blanco en Madrid. Como el año pasado ya vimos que es un rollo y que hay muchas colas, nos limitamos a ir con R a la plaza de España y ver su Torre iluminada de colores en sus ventanas. Quedaba muy bonito. Lo mejor es poder andar por toda la Gran Vía sin coches, pero con tanta gente… tampoco llega a disfrutarse.