lunes, septiembre 11, 2006

“CANCIONES PROFANAS” PARA TODA LA VIDA

En estos días oigo mucho Canciones Profanas. Me lo he comprado en CD. Aunque apenas me compro discos porque tengo que ahorrar, no me pude resistir. Ya me compré en CD Deseo Carnal hace unos años y es cuestión de tiempo que tenga los demás. Acaba de salir una reedición de Canciones Profanas con remezclas que es lo que me ha hecho reprocharme a mí mismo “¿cómo es posible que aún no tengas este disco en CD?”, pero he preferido llevar la contraria a la EMI y comprarme el CD normal, porque esas remezclas póstumas no me interesan nada de nada. En 1983 me compré los dos maxis, que salieron a la vez, y el álbum. Qué tiempos aquellos del Madrid Rock de c/ Descalzas. Recuerdo en el colegio como uno se reía de mí y me cantaba “perlas que son de hadas” y yo pasaba de corregirle. Era un bobo y además estaba fumado todo el día, con lo cual no merecía la pena. Qué gran disco. Creo que mis favoritas son Líneas Rectas y Cebras. Me gusta el sonido crudo que emana en casi todas las canciones, y como canta Alaska. Y lo chulo que está Nacho en la foto con la camiseta de New York Dolls.



Hace unas semanas salió un artículo en el Shangay conmemorando estas grabaciones y promocionando esos CDS nuevos. Preguntaban a personajes relacionados con el grupo y supuestos fans qué disco de Dinarama preferían. La verdad es que yo no puedo elegir entre esos discos que significan tanto para mí. A una isla desierta me llevaría un CD/mp3 recopilatorio hecho por mí con lo mejor de Alaska y los Pegamoides y casi todo árbol genealógico. Hombre, Seres Vacíos no ha pasado el test del tiempo igual, pero sí Parálisis Permanente, de los cuales me grabaría su EP íntegro. Es de lo mejor que ha hecho Nacho Canut en su vida, sin desperdicio: Unidos, Quiero Ser Santa, Yo No y Un Día En Texas.

Grandes Éxitos de Alaska y los Pegamoides coincidió con el primer LP de Mecano, que me gustó mucho. Yo estaba en EGB y mi madre me había dicho que si aprobaba todo me daba dinero para comprar un hámster. Era mentira, sólo lo dijo para que la dejase en paz con lo del hámster. Además, yo en EGB era un niño de notable alto (la señorita Gloria me decía que estaba en la frontera con el sobresaliente, pero me daba igual, yo prefería quedarme ahí y no estudiar más), así que lo del hámster era pan comido. Llegó el final de curso y mi madre me dijo que me olvidase de tener un bicho en casa. Me dio dinero para un disco y me fui a comprar el disco de Mecano un poco a regañadientes. Una vez en casa, según lo saqué de la funda se cayó al suelo de canto y se rompió. Me puse a llorar y mi madre me dio 500 pesetas para comprar otro, así que volví a la tienda de mi barrio a por otra copia. Aunque me gustó mucho, no tenía comparación con el de Alaska. El de Alaska me había hecho comprar los singles anteriores y estaba maravillado con ellos. Además, si uno miraba las fotos de unos y de otros, pues no había atisbo de duda. Alaska y los Pegamoides eran los míos y me preguntaba cual era la razón por la que yo no era unos años más mayor y amigo de ellos.

1983 fue el año de Canciones Profanas y también la primera vez que vi a Alaska en directo, y me impresionó tanto que desde entonces supe que tenía que repetir siempre que pudiese. Cuando actuaron por Deseo Carnal, fuimos Fd. y yo dos días seguidos a Rockola, y hasta hoy. De todos los que estaban en aquella época son los únicos que se han mantenido y evolucionado. Por algo será. Veintitrés años siendo fan de un grupo, de 5 personas, que luego fueron 3 y más tarde dos, a quienes admiro y quiero.

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