martes, septiembre 26, 2006


NOCHE EN BLANCO FRACASADA

El viernes pasamos nuestra primera noche en Rivas. Fue muy especial, con una mezcla de emociones: alegría de por fin estar gozando de algo que llevábamos soñando tanto tiempo, pero también un punto de tristeza al no poder dejar de lado que tardaríamos varias semanas en volver a dormir juntos. Descansé regular, pues me desperté dos o tres veces, pese a estar muy cómodo en la cama nueva. Lo mejor fue al despertar sobre las 8:30 cuando me aproximé a F. y le abracé. Os recomiendo una gran canción de Petula Clark incluida en Memphis que se llama I wanna see morning with him.

R. organizó el itinerario a seguir en la Noche en Blanco que se celebraba el sábado noche hasta la mañana del domingo. Él es muy entusiasta y pone mucho interés, consiguiendo contagiarte, pero disfrutar de las actividades propuestas por el Ayuntamiento era luchar contra los elementos. Fuimos a la explanada del Bernabeu a ver un espectáculo de saltimbanquis que se colgaban desde el estadio hasta una cúpula de hierro. Resultó bonito, pero demasiado largo. A partir de ahí todo fue un fracaso debido a la cantidad de gente que se animó a salir a la calle. No había manera de participar en nada, todo lleno y colas más largas que en la Expo de Sevilla. En los programas de mano deberían haber especificado la duración de los espectáculos y el aforo. Todo estaba organizado de manera que parecía un maratón cultural fácil. Mentira cochina, la noche cada vez se ponía más negra. En el momento en que no se trataba de cosas al aire libre para las masas, solamente lo podían disfrutar unos pocos. Se suponía que reforzaban el transporte nocturno, pero también fue un caos. Ni mi autobús, ni el de Fer no pararon en las paradas de lo lleno que estaba. En fin, que dudo mucho que repitamos el año que viene, a no ser que la cosa pinte mucho mejor. Acabamos en el Liquid, con tan pocas ganas que tras una cerveza nos fuimos a casa. Un chasco de noche que parece ser que Gallardón piensa repetir cada año con nuestros impuestos. Todo por copiar a Bruselas, Roma, etc., y no ser menos modernos que ellos.

El domingo fue un día de contrastes. En el aeropuerto no pude evitar llorar al despedir a F. Él intentaba quitarle hierro a la situación sacando varios temas de conversación. Pero lo que son las cosas. Tras una despedida triste y llorosa me llamó para decirme que habían cancelado su vuelo hasta hoy por la mañana. Les llevaron al Hotel Diana en Barajas y me fui a pasar la noche con él. Ya me siento mejor porque nos pudimos despedir como es debido.

Piso update: esta mañana fueron los de IKEA a medir mi cocina y esta misma tarde fui a comprarla. Mi cuenta se queda tiritando. Y eso que voy a pagarla a plazos.

No hay comentarios: