domingo, septiembre 03, 2006

COMO EL PAPA

Mis sobris han vuelto del período de vacaciones que les tocaba con su padre. Han estado en los Pirineos y se lo han pasado bomba haciendo actividades al aire libre sin parar. Están preciosas. Tenía muchas ganas de verlas. Hemos comido juntos. Mi madre ha preparado cantidades industriales de comida. Después hemos tomado tarta porque es su cumpleaños la semana que viene, que a mí me pilla en Roma. Mi hermana nos ha puesto las fotos de su viaje a Túnez. Es bonito, aunque no me ha llamado demasiado la atención porque ya he estado en Turquía y aunque no es lo mismo, es similar. No obstante, me ha parecido un viaje completo porque como el país es pequeño, haces playa, mezquitas, desierto, etc. Eso en Turquía no es tan fácil. Luego han puesto un CD de hits tunecinos y mi sobrina Lucía y yo hemos estado bailando, haciendo el ganso.

Me encuentro algo mejor de la garganta y la ronquera. A F. también le pica y esta mañana tenía un poco de fiebre. El me contagió a mí, y luego yo le he contagiado a él. Por la tarde hemos estado viendo las guías de Roma, repasando un poco lo que queremos hacer. ¡Ya es pasado mañana! A estas horas estaremos ya buscando un sitio donde cenar. He aprendido como decir cebolla en italiano, para evitar que me la pongan.

Sé que había dicho que no iba a comprar el horno hasta la vuelta de Italia pero tras buscar en Internet el que me ofertaron en Hermanos Pérez, me he decidido porque tiene de todo por un buen precio. Me quedo más tranquilo dejando comprados todos los electrodomésticos antes. Así que el bendito de F. me lleva mañana, y aprovecharemos para comprar algo de comida para el viaje.

Esta tarde hemos estado tomando algo en el Diurno. En Chueca y alrededores cada vez hay más gays. Será que hoy en día los que lo son cada vez lo hacen más evidente, o que todos vamos al barrio a tomar un café. Por una parte nos gueteamos nosotros mismos, pero por otra es una manera de estar a tu aire sin preocuparte si los de la mesa de al lado se están escandalizando. Han cerrado el café Laan. Una lástima, porque era chulo y además no hay tantos a los que ir. Se pueden contar con los dedos de una mano. Por cierto, hemos visto a uno de los comentaristas del corazón que salen en el programa Ana Rosa Quintana, hinchadísimo de músculos hasta en los pómulos. H-O-R-R-O-R-O-S-O. Iba luciendo biceps. A mí como los hombres así de musculosos no me llaman la atención.. Debo un gay poco común.

Me llamó mi amigo Fl., que trabaja en el Ayuntamiento de Rivas, en el Consorcio Urbanístico, para decirme que les habían avisado de la inminente llegada de nuestra cédula de habitabilidad para pasado mañana. Fue un detalle por su parte, qué majo. Ya es 100% seguro. No me lo voy a creer. Creo que voy a besar el piso, como cuando el Papa besaba los países al bajarse del avión.

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