“EL PISITO”

Mi piso está ahí, acabado desde noviembre y por culpa de la administración no lo tengo todavía. La burocracia de mierda y dejadez de los funcionarios encargados del expediente tienen la culpa. Juegan con el tiempo, el dinero, la esperanza de la gente. Hacen que por momentos perdamos la ilusión por tener algo tan importante como la propia vivienda. Sé que son pocos para muchas viviendas y no dan abasto, pero ya se pasan. Quien tiene que firmar lo nuestro volvió de vacaciones hace días y no se ha molestado en echar una mísera firma. Ojalá algún día a él le pase algo parecido.

No puedo evitar quejarme. La vida me sonríe en lo principal: el amor. Pero a veces el asunto del piso lo enturbia todo y la vida vuelve a ser una pocilga. Hoy no tengo ganas de nada, solamente de quedarme tirado en el sofá con F. a mi lado, que intenta animarme. He estado llorando de rabia e impotencia. No hay derecho. Sé que hay cosas más tristes que lo mío, como dice la gran canción, pero es lo que me afecta y domina mi ánimo en este momento.