“I DO I DO I DO I DO”

La boda de C y R fue emocionante. Me encanta ir a las bodas de gente que aprecio y que considero amigos. Cuando entraban al Parador sonó Baby, I love You de los Ramones. Creo que yo me copiaría y pondría la misma canción, pero la original de las Ronettes, pura perfección. Ello me llevó a pensar que otras canciones pondría en mi boda, con el permiso de F, y pensé en Love Me Tender de Elvis, en You’ll Never Walk Alone, versión de Shirley Bassey, God Only Knows de los Beach Boys, This Guy Is In Love With You (no sé cual versión).o Please Please Please Let Me Get What I Want de los Smiths. O sea clasicotes.

C estaba preciosa. Cuando se puso a tocar la batería estaba deslumbrante, tan guapa y sonriente . Sin duda fue el mejor momento de la boda. Me dio muchísima envidia, eché de menos actuar y tenemos que recuperar nuestras canciones como sea.

He estado en muy pocas bodas que de verdad me apeteciese ir. Recuerdo una de un vecino a la que fui por compromiso en la que una tarta falsa salió del techo y volvió a subir una vez que los novios se hicieron la foto simulando cortarla. Mi hermana y yo no dábamos crédito.

Una cosa buena de las bodas es que se suele comer mucho y bien. Yo he engordado en la boda de C y R. Sólo con los entrantes ya hubiese tenido suficiente. Peso un poco más de 62 kg. Debería perder uno o dos para estar como el año pasado.

Desde aquí recomiendo un single que me compré por la portada y fue todo un hallazgo, Vestido Mojado. Data de 1976 y lo canta un tal Octavio. Trata de una boda muy triste. Hay bodas así, yo he asistido a algunas que evidentemente son un error, pero los contrayentes siguen adelente, porque ya no hay marcha atrás o porque temen quedarse solos. Así que saben lo que hacen.

Fraga acaba de decir que no le parece mal que Gallardón cumpla con la ley y case a gays. Eso no quiere decir que esté a favor de las bodas gays. Deberían dejar Gallardón tranquilo y que cada cual se meta en sus asuntos. Si F y yo queremos casarnos, no hay político ni Benedicto que lo impida. Ya tenemos la banda sonora, que es más importante que su consentimiento.